Rusia ha anunciado que el primer lote de la primera vacuna contra el coronavirus se lanzaría dentro de dos semanas y se rechazaría como preocupaciones de seguridad "infundadas" expresadas por algunos expertos sobre la rápida aprobación del medicamento por parte de Moscú.
La vacuna, llamada Sputnik V en homenaje al primer satélite mundial lanzado por la Unión Soviética en 1957, aún no ha completado sus pruebas finales y algunos científicos dijeron que temían que Moscú pudiera estar anteponiendo el prestigio nacional a la seguridad.
"Parece que nuestros colegas extranjeros están percibiendo las ventajas competitivas específicas del medicamento ruso y están tratando de expresar opiniones que en nuestra opinión son completamente infundadas", ha indicado el ministro de Salud, Mikhail Murashko, el día después de que el presidente Vladimir Putin anunció que había obtenido la aprobación regulatoria.
Científicos de Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña han cuestionado la conveniencia de aprobar la vacuna antes de que se completen las pruebas
Según ha informado Reuters, algunos rusos han mostrado su preocupación para probar la vacuna, mientras que otros coincidieron con su gobierno en que el escepticismo expresado por los expertos extranjeros "estaba impulsado por los celos".
Otros dijeron que entendían por qué Rusia tenía prisa por obtener una nueva vacuna y confiaban en ella, pero dudaban que realmente tuvieran algo que decir sobre la posibilidad de tenerla.
Por su parte, los funcionarios han dicho que la vacuna, desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú, se administraría a personas, incluidos médicos, de forma voluntaria en el ensayo final. Se espera que el despliegue masivo en Rusia comience en octubre.
Científicos de Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña han cuestionado la conveniencia de aprobar la vacuna antes de que se completen las pruebas, diciendo que es arriesgado desde el punto de vista de la seguridad.