Un equipo de investigadores pertenecientes al Imperial College de Londres ha hallado que las personas que presentan un cambio genético común en una proteína concreta, presentaban menos probabilidades de ser hospitalizados en caso de ser infectados por el SARS-CoV-2. Hablamos de la proteasa transmembrana serina tipo 2 (TMPRSS2).
Se trata de una proteína que está presente en las células humanas de los pulmones, el colon, el estómago y muchos otros tejidos de nuestro organismo. Esta proteína juega un papel destacado en la infección por SARS-CoV-2 ya que se erige como vital para la activación de la proteína de espiga del coronavirus (Spike), lo que facilita la entrada del virus en nuestro organismo.
Es necesario señalar que en los seres humanos encontramos diferentes variantes naturales de esta proteína. Partiendo de esta base el grupo de investigadores, dirigido por la doctora Alessia David y el profesor Michael Sternberg, planteó la hipótesis de que una variante común de la proteína llamada “rs12329760”, podría influir en la gravedad con la que se cursa la Covid-19. Esta variante, que cambia solo uno de los cientos de aminoácidos en la proteína TMPRSS2 está presente en alrededor de una cuarta parte de la población, tal y como informan a través de un comunicado desde el Imperial College.
Con el objetivo de determinar su papel real en la mayor o menor gravedad de la Covid-19 el equipo de investigadores analizó estadísticamente la asociación entre TMPRSS2 y el SARS-CoV-2 a través de 2.244 pacientes críticos con Covid-19 reclutados a través de 208 unidades de cuidados intensivos de Reino Unido entre los meses de marzo y julio de 2020. Los resultados de la investigación han sido publicados en Current Research in Translational Medicine.
De acuerdo con sus hallazgos las personas que tenían la variante rs12329760 presentaban significativamente menos probabilidades de ser hospitalizadas o morir por Covid-19, independientemente de la existencia o no de otros factores de riesgo. Un descubrimiento que ha sido reforzado con el análisis de otros grandes conjuntos de datos sobre la Covid-19.
“Nuestro estudio destaca que una proporción sustancial de la población tenía menos probabilidades de desarrollar Covid-19 grave debido a un cambio de un aminoácido en su proteína TMPRSS2”, afirma la doctora David. “Estos resultados pueden ayudar a explicar por qué algunas personas que fueron infectadas por el SARS-CoV-2 no desarrollaron síntomas graves. Sin embargo, es importante recordar que la vacunación sigue siendo la forma más confiable de protegernos frente a la Covid-19 grave”.
“Es importante recordar que algunas personas con la variante rs12329760 de TMPRSS2 todavía enferman de forma suficientemente grave como para ser hospitalizadas, y que la forma más segura de protegerse contra la Covid-19 es la vacunación”
El equipo de investigadores ha desarrollado además estudios experimentales en células humanas que han confirmado que la variante rs12329760 es capaz de reducir la capacidad de TMPRSS2 para activar la proteína de pico viral, un paso esencial en la entrada de células virales. Una conclusión que podría explicar el motivo por el que las personas en las que esta variante está presente presentan menos probabilidades de desarrollar una infección grave por SARS-CoV-2.
“Sabíamos que TMPRSS2 desempeña un papel clave para la replicación del virus en laboratorio, pero estos estudios genéticos a gran escala realmente revelan cómo esto se traduce en un efecto que afecta al resultado de la infección en el mundo real”, expone en un comunicado a profesora del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College, Wendy Barclay.
Los resultados de este estudio sugieren que los fármacos que inhiben la actividad de TMPRSS2 pueden desempeñar un papel importante en el tratamiento temprano de la infección por aquellas variantes del SARS-CoV-2 que emplean TMPRSS2 en la vía de infección. En este sentido se erige como un candidato prometedor el mesilato de camostato, un fármaco ya aprobado para el tratamiento de la pancreatitis crónica. Diversos estudios han demostrado ya la capacidad de este fármaco a la hora de bloquear la entrada del SARS-CoV-2 en las células de los pulmones.
Tomando como referencia las conclusiones de este estudio encontramos una buena noticia. De acuerdo con recientes estudios la variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica), no necesita TMPRSS2 para penetrar en las células del huésped, lo que podría explicar la reducción de la gravedad de las infecciones provocadas por la nueva variante del SARS-CoV-2 que actualmente predomina a nivel global.
Cabe destacar que la variante predecesora, Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India) y todavía circulante en algunas partes del mundo, depende en gran medida de la proteína huésped. Las futuras variantes del SARS-CoV-2 también podrían usar TMPRSS2 para ingresar en las células. “Esto significa que la variante rs12329760 de TMPRSS2 ofrecerá una mayor protección contra algunas variantes del virus pero no contra otras, y que los antivirales dirigidos a la proteína del huésped solo podrían funcionar para las infecciones con las variantes que dependen de TMPRSS2”, expone Sternberg.
“Es importante recordar que algunas personas con la variante rs12329760 de TMPRSS2 todavía enferman de forma suficientemente grave como para ser hospitalizadas, y que la forma más segura de protegerse contra la Covid-19 es la vacunación”, concluye David.