Instituciones Penitencias cierra 2020 con una afectación significativamente más baja que la población en general. La incidencia de la COVID-19 lleva los datos de contagios en las prisiones a una cifra acumulada desde la llegada del coronavirus inferior a los 800 positivos entre la población reclusa, la tasa de afectación de la COVID-19 es 2,2 veces inferior a la de la población en general.
En el caso de los contagios entre funcionarios, el año termina con un acumulado de positivos durante la segunda oleada inferior a 700. Durante la primera ola de la pandemia, Instituciones Penitenciarias tuvo que lamentar el fallecimiento de cuatro funcionarios de las prisiones de Alicante, Cuenca, Soria y Teruel.
Instituciones Penitenciarias ha implantado un sistema de videollamadas en muchos centros ante la necesidad de restringir las comunicaciones para frenar la expansión del coronavirus
Las medidas frente a la pandemia también han supuesto la incorporación de las nuevas tecnologías. La restricción de las comunicaciones para evitar la expansión del coronavirus durante el primer estado de alarma trató de paliarse implantando un sistema de videollamadas. Cuatro centros penitenciarios han comenzado este mes a sustituir las tradicionales cabinas de teléfono por videocabinas. Se espera que a lo largo de 2021 estén implantadas en todo el país.
NUEVOS TRATAMIENTOS
La COVID-19 ha afectado a todos los ámbitos. También al de los programas de tratamiento encaminados a la reinserción. A pesar de que durante meses se suspendió la entrada de profesionales extrapenitenciarios a la prisión, casi la mitad de los condenados a privación de libertad –más de 22.000- se ha sometido a alguno de los 19 programas de tratamiento específico de conductas delictivas, que son voluntarios.
Destacan entre otros los relativos a la intervención en drogodependencia, con una media de 3.000 participantes, el PRIA, programa terapéutico contra la violencia de género, con una participación media cercana a los 600 internos o el TACA, la terapia con animales, en el que ha participado una media de 300 penados y penadas.
II.PP, además, que en 2020 se implantó un nuevo programa de tratamiento: el Programa de Delitos Económicos (PIDECO). Se trata del primer programa a nivel mundial para la reinserción de penados y penadas por esta tipología delictiva. En octubre de este año los internos e internas condenados por delitos económicos superaban los 2000, lo que representa un 5,6% de la población penada.