La Atención Primaria juega un papel fundamental en el control de la propagación del nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Se erige como la primera barrera sanitaria frente al virus y el punto de partida para el rastreo de los contactos. Con el avance de la pandemia, la gran mayoría de países de la Unión Europea han decidido que es en este primer escalón de los sistemas sanitarios donde debe realizarse la prueba de detección a cualquier persona que muestre síntomas compatibles con la Covid-19. Una importante labor a la que se suma garantizar la continuidad asistencial ante el resto de patologías.
La Atención Primaria se ha posicionado como una pieza clave en la lucha contra la pandemia. Basta con echar un rápido vistazo al mapa de los países europeos para comprobar las distintas medidas adoptadas en pos de su fortalecimiento. Con el objetivo de unificar criterios asistenciales y de seguridad, tanto para los profesionales sanitarios como para el resto de pacientes, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha elaborado un documento en el que se recogen una serie de protocolos y recomendaciones destinadas a la unificación de criterios asistenciales en materia de Atención Primaria en los países europeos.
La primera recomendación que se realiza se centra en la revisión de la situación de la Atención Primaria por parte de las autoridades nacionales y gobiernos competentes. Es necesario reforzar sus servicios tanto desde el punto de vista material como humano para que el resto de medidas resulten efectivas. Motivo por el que se apuesta por los circuitos diferenciados de atención para pacientes Covid y no Covid con el objetivo de garantizar la seguridad y evitar posibles contagios. Un punto fundamental que ayudaría a que las personas con otras patologías no dejen de acudir a los centros de salud por temor al contagio con el consiguiente agravamiento de su enfermedad.
“Todos los médicos de Atención Primaria deben estar familiarizados con los protocolos sobre medidas de control de detección de la Covid-19, métodos de diagnóstico, tratamiento, seguimiento, notificación de casos y localización de contactos”, destaca el documento.
El teléfono se presenta como el gran aliado a la hora de evitar posibles contagios. Es necesario que los pacientes asistan con cita previa y habiendo expuesto telefónicamente a su centro de salud el motivo por el que requiere asistencia. Todo paciente con síntomas compatibles con la Covid-19 debe ser evaluado atendiendo a las políticas sanitarias nacionales dictadas a tal efecto. Una vez realizada la evaluación el paciente puede ser derivado a otro centro para la realización de la prueba diagnóstica o esta se le puede realizar en el mismo centro de salud. El documento destaca que este proceso debe seguirse de la misma forma para las personas que conviven con otra que presenta síntomas compatibles con la Covid-19, independientemente de si presentan o no síntomas.
Se destaca que si las políticas nacionales no establecen la necesidad de realización de pruebas diagnósticas para personas convivientes con un paciente con sintomatología compatible con la Covid-19, se deben recomendar otras medidas como el autoaislamiento domiciliario. Si los síntomas empeoran deberá ponerse en contacto con su centro de salud.
Los pacientes nunca deben acudir al centro de salud acompañados salvo en casos en los que sea estrictamente necesario
Es labor de los centros de Atención Primaria informar detalladamente a las personas con síntomas graves sobre el procedimiento para el acceso a la atención hospitalaria. El documento reitera en varias ocasiones que los pacientes nunca deben acudir al centro de salud acompañados salvo en casos en los que sea estrictamente necesario.
Se recomienda el establecimiento en cada centro de un servicio de prescripción de medicamentos que no requiera la presencia de los pacientes, especialmente para evitar la afluencia masiva de personas para el reabastecimiento de recetas.
Es de vital importancia que cada centro elabore y actualice de forma constante un registro de todo el personal sanitario que ha estado en contacto estrecho tanto con positivos confirmados como con cualquier persona que haya sido atendida con sintomatología compatible con la Covid-19.
Tal y como se ha indicado al inicio de estas líneas, una de las recomendaciones generales del ECDC es el establecimiento de circuitos asistenciales separados para pacientes Covid y no Covid. En caso de que las capacidades y tamaño del centro lo permitan, estos circuitos deben implantarse. Se recomienda que si el paciente ha sido atendido telefónicamente y la sospecha de infección por SARS-CoV-2 existe, se establezca un espacio, preferiblemente en el exterior del centro de salud, para la realización de las pruebas diagnósticas.
Se recomienda que si el paciente ha sido atendido telefónicamente y la sospecha de infección por SARS-CoV-2 existe, se establezca un espacio, preferiblemente en el exterior del centro de salud, para la realización de las pruebas diagnósticas
En plena temporada de gripe y otros virus respiratorios se recomienda la realización de la prueba diagnóstica a cualquier persona que acuda a un centro de salud por estos motivos. Todos los pacientes, sin excepción, deberán cumplir con el distanciamiento físico de al menos 1,5 metros. Para garantizar esta medida de prevención se aconseja que los centros escalonen las visitas para evitar que haya más de una persona en la sala de espera. Por supuesto, el uso de la mascarilla es obligatorio al igual que la desinfección de las manos por lo que los centros de salud deben garantizar en todo momento geles hidroalcohólicos.
Se recomienda el cierre de las salas de espera de pediatría en las que puedan existir zonas de juegos; así como la retirada de todos los juguetes. Una recomendación extensible a revistas y periódicos, así como a cualquier objeto de las salas de espera no esencial y que pueda ser susceptible de ser tocado por un paciente.
El documento establece la recomendación de que los profesionales sanitarios de los centros de Atención Primaria deberán utilizar equipos de protección individual siempre que traten con una persona con sintomatología compatible con la Covid-19 y al realizar procedimientos de riesgo (como un examen orofaríngeo o frotis nasofaríngeo). Estos equipos deben estar compuestos por mascarillas FFP3 o FFP2 y gafas protectoras. Si existe el riesgo de exposición a fluidos corporales será obligatorio el uso de guantes y trajes protectores. Los guantes deberán cambiarse con cada paciente y deberá realizarse un meticuloso lavado de manos antes de la puesta de los nuevos guantes. Si esto no puede garantizarse es preferible la higiene de manos al uso prolongado de los guantes.
El documento concluye destacando la importancia de la comunicación por parte de los profesionales sanitarios. La información sobre la Covid-19 deberá ser accesible y estar presente en varios formatos en todos los centros y se explicará a cada paciente, ya sea vía telefónica o presencial, cuáles son los síntomas a los que deben prestar atención para valorar su posible empeoramiento. Especialmente en el caso de personas con patologías previas que pueden verse agravadas como consecuencia de una infección por SARS-CoV-2.