Actualmente son 13 las vacunas contra la Covid-19 que se están inoculando a la población en distintas partes del mundo. En el caso de la Unión Europea, cuatro son ya los sueros que han recibido luz verde por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y han sido autorizados para su comercialización de emergencia por la Comisión Europea. Hablamos de las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen. La ciencia ha conseguido en un tiempo récord desarrollar varias vacunas que han demostrado su eficacia y seguridad en ensayos clínicos que han contado con la participación de miles de voluntarios.
Es la primera vez en la historia en la que se realiza un seguimiento en directo y prácticamente minuto a minuto sobre el desarrollo de las vacunas que se están administrando a la población. Así quedó demostrado con la vacuna desarrollada por AstraZeneca tras ser relacionada con varios episodios de trombosis producidos en personas que habían recibido la vacuna. El temor corrió como la pólvora en el viejo continente con 14 países que paralizaron su administración hasta que la EMA hizo pública sus conclusiones tras una revisión de los casos: la vacuna es segura y efectiva.
Este tipo de situaciones, tal y como ha recordado la EMA, son inevitables cuando se está haciendo un seguimiento minucioso y diario de unas vacunas que se están inoculando de forma simultánea y constante a millones de personas. A través de la información recabada en los ensayos clínicos los fabricantes no solo han determinado la eficacia de sus vacunas, sino que han contemplado una serie de efectos secundarios que pueden producirse. En su mayoría se trata de reacciones leves, pero se continúan investigando algunos aspectos.
A través de la información recabada en los ensayos clínicos los fabricantes no solo han determinado la eficacia de sus vacunas, sino que han contemplado una serie de efectos secundarios que pueden producirse. En su mayoría se trata de reacciones leves
Tal y como se ha señalado al inicio de este artículo son 13 las vacunas que actualmente se están administrando en distintas partes del mundo y que a continuación, en base a la información recopilada por Medical News Today, pasamos a analizar:
- Vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech (BNT162b2). Basada en tecnología de ARN mensajero con una eficacia del 95%.
- Vacuna desarrollada por Moderna (ARNm-1273). Basada en tecnología de ARN mensajero con una eficacia del 94,5%.
- Vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford (AZD1222). Basada en un vector viral con una eficacia del 81,3%.
- Vacuna desarrollada por Janssen (Ad26.COV2.S). Basada en un vector viral con una eficacia del 66%.
- Vacuna desarrollada por el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaleya (Sputnik V). Basada en un vector viral con una eficacia del 91,6%.
- Vacuna desarrollada por el Serum Institute of India (Covishield). Basada en un vector viral con una eficacia del 81,3%).
- Vacuna desarrollada por CanSino (Ad5-nCov). Basada en un vector viral con una eficacia del 65,28%.
- Vacuna desarrollada por Bharat Biotech (Covaxina). Basada en virus inactivo con una eficacia del 80,6%.
- Vacuna desarrollada por Sinopharm (BBIBP-CorV). Basada en virus inactivo con una eficacia del 79,34%.
- Vacuna desarrollada por Sinopharm (Vero Cell). Basada en virus inactivo con una eficacia del 72,51%.
- Vacuna desarrollada por Sinovac (CoronaVac). Basada en virus inactivo con una eficacia del 50,38%.
- Vacuna desarrollada por Anhui Zhifei Longcom (Dímero RBD). Basada en subunidad proteica con eficacia desconocida por el momento.
- Vacuna desarrollada por FBRI (EpiVacCorona). Basada en subunidad proteica con una eficacia desconocida por el momento.
EFECTOS SECUNDARIOS MÁS COMUNES
Lo primero que debemos tener claro es el funcionamiento de las vacunas. A modo resumen, estas permiten a nuestro organismo desarrollar inmunidad mediante la activación de linfocitos T y B que, respectivamente, reconocen el virus objetivo y producen anticuerpos para combatirlo. Es importante recalcar que ninguna de las vacunas contra la Covid-19 puede causar la enfermedad ya que no contienen de forma completa el virus responsable. Pero es normal que se experimentan algunos efectos secundarios derivados del referido proceso a través del cual se genera la inmunidad.
En raras ocasiones algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas a alguno de los componentes de la vacuna que pueden desembocar en síntomas respiratorios, hinchazón y erupciones cutáneas. Una reacción alérgica grave se denomina anafilaxia y se caracteriza por presión arterial baja, náuseas y dificultad para respirar entre otros síntomas
A continuación, se enumeran los principales efectos secundarios detectados en la administración de las vacunas expuestas de acuerdo a los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés):
- Fiebre
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Dolor de cuerpo
- Escalofríos
- Nauseas
- Dolor e inflamación en la zona en la que se ha administrado la vacuna, acompañado en ocasiones de formas leve de irritación.
Es necesario recalcar de nuevo que tanto los fabricantes como los organismos reguladores son conscientes de este tipo de efectos que suelen ser de carácter leve, duran pocos días y son esperados. Las agencias reguladoras como la EMA o la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) continúan monitorizando las vacunas a las que ya han dado luz verde y son informadas, al igual que el resto de agencias reguladoras del mundo, de todos los efectos secundarios que se producen o pudieran producirse tras la inoculación de las vacunas.
REACCIONES ALÉRGICAS
En raras ocasiones algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas a alguno de los componentes de la vacuna que pueden desembocar en síntomas respiratorios, hinchazón y erupciones cutáneas. Una reacción alérgica grave se denomina anafilaxia y se caracteriza por presión arterial baja, náuseas y dificultad para respirar entre otros síntomas. Se trata de un efecto secundario calificado por las autoridades como “extremadamente raro” y que, según los informes de los CDC, se produce en alrededor de entre dos y cinco personas por cada millón de vacunados, es decir, en el 0,001%.
Los efectos secundarios parecen notificarse con mayor frecuencia en las mujeres que en los hombres. Un reciente informe de los CDC revela que el 78,7% de las notificaciones de eventos adversos presentados tras el primer mes de vacunación en Estados Unidos afectaron a mujeres.
Hasta la fecha las 13 vacunas recogidas en este artículo han sido autorizadas para su administración en al menos un país. Decenas de candidatos a vacunas están desarrollando sus ensayos clínicos para probar la eficacia y seguridad de sus medicamentos. En el caso de España, tres son los candidatos a vacuna que podrían comenzar los ensayos en humanos a lo largo de los próximos meses. Tanto los fabricantes como los organismos reguladores continúan realizando una exhaustiva monitorización de las vacunas para detectar cualquier tipo de incidencia más allá de los efectos secundarios leves y esperados que se han especificado.