La Unión Europea acordó el pago de una prima por los nuevos pedidos de vacunas contra la COVID-19 ya que exige que se cumplan términos más estrictos, de acuerdo a la información revelada por funcionarios europeos a Reuters. Una decisión adoptada en un escenario en el que los Estados miembros intentan proteger los suministros de los sueros para avanzar en las campañas de vacunación masiva nacionales tras unos comienzos que no han estado exentos de obstáculos. Tal y como señalan en la citada cabecera el precio más alto a pagar por las vacunas es menor que el coste acordado por Estados Unidos en el último pedido realizado el pasado mes de julio.
El pasado 1 de agosto el Financial Times informaba de que la Unión Europea había acordado pagar a Pfizer y BioNTech 19,5 euros (23,1 dólares) por cada dosis de su vacuna contra la COVID-19, en virtud de un contrato firmado en el mes de mayo por un total de 1.800 millones de dosis, frente a los 15,5 euros por unidad fijados en dos de los contratos de suministro inicial por un total de 600 millones de vacunas.
El precio de las vacunas de Moderna ha ascendido hasta los 25,5 dólares por dosis según publica la cabecera económica, en referencia a una oferta de vacunas de 300 millones frente a los 22,6 dólares de su oferta inicial por 160 millones de inyecciones. “Es inexplicable”, declara en Reuters la legisladora de la Unión Europea Tiziana Beghin, miembro del partido italiano Cinco Estrellas. En su opinión “la Unión Europea está siendo estafada”.
Son el resultado de cláusulas más estrictas relacionadas con las variantes del SARS-CoV-2, así como con la producción y entrega de las dosis de los sueros
Cabe señalar que el precio de Moderna se encuentra aún en el extremo inferior del rango de 25 a 37 dólares indicado por la compañía el año pasado. Pero Pfizer/BioNTech habían anunciado que los precios de su vacuna serían más bajos en aquellos acuerdos a través de los que se suministrase un mayor volumen de dosis.
Fuentes consultadas por Reuters explican que existen buenas razones para pagar un precio más elevado por las vacunas ya que las circunstancias han variado notablemente si se comparan con el escenario en el que se rubricaron los acuerdos iniciales con las compañías farmacéuticas en 2020.
Clement Beaune, ministro de Asuntos Europeos de Francia explicaba en la RF1 francesa el pasado 2 de agosto que los posibles precios referidos en estas líneas se encuentran todavía en negociación y son el resultado de cláusulas más estrictas relacionadas con las variantes del SARS-CoV-2, así como con la producción y entrega de las dosis de los sueros.
Un funcionario europeo familiarizado con las negociaciones de la UE con los fabricantes de las vacunas afirma en Reuters que el valor de las dosis se ha incrementado desde que surgieron pruebas de su eficacia e impacto positivo como motores de la recuperación de la recesión económica derivada de la pandemia. “Son muchos los factores que juegan un papel (en relación a la fijación de los precios de las vacunas”, declara este funcionario que mantiene su identidad en el anonimato.
Las vacunas desarrolladas por Pfizer/BioNTech tienen un impacto positivo en territorio europeo mientras que Janssen y AstraZeneca se han enfrentado a restricciones en su uso ante la vinculación con efectos secundarios raros. Estos dos fabricantes además han tenido problemas de suministro que les han impedido cumplir con lo acordado. Esto ha hecho que el poder de negociación de Pfizer/BioNTech y Moderna se haya incrementado lo que, sumado a las demandas adicionales de la Unión Europea, ha provocado un incremento de los precios.