Pisos tutelados y personas con enfermedades mentales, la gran labor olvidada en la crisis sanitaria

Entrevistamos a Ana Villota, fundadora-directora de la Asociación de Iniciativas Sociales (AISS) para conocer cómo están gestionando los pisos tutelados para personas con enfermedades mentales ante la epidemia de COVID-19.

Cuidadores y personas con enfermedades mentales han convivido en pisos tutelados durante el confinamiento (Fotos. AISS)
Cuidadores y personas con enfermedades mentales han convivido en pisos tutelados durante el confinamiento (Fotos. AISS)
Ángel Luis Jiménez
30 marzo 2020 | 00:00 h

AISS (Asociación de Iniciativas Sociales) es una asociación de carácter privado que tiene ya 20 años de andadura, plenamente consolidada en el cuidado de las personas con enfermedad mental.

“Nuestros principios inspiradores se sustentan en lograr la plena integración de estas personas ofreciéndoles una atención personalizada, en completa coordinación con sus familias, a las que les ofrecemos la posibilidad de que su familiar viva en un ambiente creado de acuerdo a sus necesidades, psíquicas, físicas y sociales”, explica en la entrevista concedida a ConSalud.es su fundadora-directora, Ana Villota.

“Para lograr el bienestar de nuestros pacientes y sus familias, hemos creado unos programas de diferente índole que se desarrollan en las residencias o pisos tutelados que forman la red de AISS.  Estos programas han sido elaborados en colaboración con un equipo multidisciplinar de profesionales del ámbito clínico y social. Así, les ofrecemos apoyo en el ámbito psicosocial, clínico, asesoramiento legal, e incluso, de ocio, cultura y tiempo libre”. 

LOS PISOS TUTELADOS

Las residencias o pisos tutelados tienen como objetivo asemejarse a cualquier hogar ya que la meta de estos es lograr la integración y el bienestar. “En estos 20 años, hemos logrado que nuestros pacientes vivan en familia, siempre guiados por equipos psicosociales y clínicos especializados, en coordinación con sus familias”, explica Villota.

Cuando, a mediados de febrero, comenzaron a llegar noticias del impacto del coronavirus en Italia, en AISS adoptaron las primeras medidas de profilaxis, conscientes de que sus residentes podrían suponer un grupo de riesgo vulnerable

“Nuestras residencias o pisos tutelados están ubicados en zonas residenciales de la ciudad de Madrid, precisamente, para que estas personas se sientan integradas en el tejido social, afectivo y cultural de la sociedad. Recibimos pacientes de toda España, y mantenemos encuentros y contacto permanente con entidades similares de todo el territorio nacional”.

LA LLEGADA DEL COVID-19

Cuando, a mediados de febrero, comenzaron a llegar noticias del impacto del coronavirus en Italia, en AISS adoptaron las primeras medidas de profilaxis, conscientes de que sus residentes podrían suponer un grupo de riesgo vulnerable, no solo a nivel físico, sino también, a nivel psiquiátrico y psicológico.

“Entendimos que nuestros pacientes, que también forman parte de ese grupo de riesgo, podrían ver su salud física comprometida”, expresa Villota.

La fundadora-directora de AISS señala que se anticiparon a los acontecimientos y equiparon todas sus residencias con las medidas profilácticas necesarias, “integrándolas en la rutina de los pacientes y los profesionales que les cuidan”.

“Además de incluir el uso de mascarillas, dispensadores de gel hidroalcohólico y redoblar la limpieza de las residencias, nos reunimos con las familias para informarles de la necesidad de suprimir todo contacto físico con ellos, aunque les hemos facilitado otros canales para que siempre estén en comunicación con ellos, a través de videollamada, por ejemplo”, apunta indicando que las medidas se han ido incrementando en función del avance de la epidemia.

“En este punto, tengo que decir que nuestra veteranía ha suplido la falta de información institucional y administrativa que hemos solicitado, incluso antes de que se decretara el Estado de Alarma”.

"Además de incluir el uso de mascarillas, dispensadores de gel hidroalcohólico y redoblar la limpieza de las residencias, nos reunimos con las familias para informarles de la necesidad de suprimir todo contacto físico con ellos, aunque les hemos facilitado otros canales para que siempre estén en comunicación con ellos"

“Hasta ese momento, recibíamos buenas palabras, tranquilizadoras y disuasorias, pero nosotros no bajamos nunca la guardia. Nuestra realidad, ahora, es como la que está sufriendo el resto de profesionales del ámbito sociosanitario, que han tenido que adoptar medidas por su cuenta y recurrir al ingenio para poder salir indemnes de esta situación. También nosotros hemos cosido nuestras propias mascarillas cuando se nos han terminado. Hemos recurrido al alcohol con glicerina en sustitución del gel hidroalcohólico. Hemos hecho de la lejía y la lavadora nuestras ‘armas de guerra’”.

LA SITUACIÓN DE CONFINAMIENTO

Ante el escenario actual explica que su máxima en estos tiempos es “dar más con menos”. Motivo por el que han reducido la presencia física de los equipos profesionales al mínimo, “con un cuidador que vive el confinamiento con ellos, complementado su trabajo en la distancia a través de la videollamada”.

“Una rutina de trabajo que hemos organizado en turnos, pero activos las 24 horas. Todos, desde psicólogos, internistas, psiquiatras y supervisores funcionan de este modo. De esta forma, preservamos la salud de los pacientes y los profesionales, minimizando el riesgo de contagio con la entrada y salida al exterior”

En cuanto a la limpieza, “hemos integrado a los pacientes en esta rutina, que hacen junto al cuidador. Así también se sienten integrados de forma responsable en la solución de una crisis excepcional”.

CONFINAMIENTO Y SALUD MENTAL

Villota manifiesta que la situación de confinamiento puede traducirse en episodios de malestar psicológico y tener consecuencias tanto para nuestra salud física como mental, que van a gravándose de forma progresiva ante síntomas como el estrés o la ansiedad.

"Cuidamos que las rutinas, horarios y actividades que estos pacientes ya tenían incorporadas no se pierdan en ningún momento, y más en una situación de confinamiento por cuarentena en la que todos tendemos a la relajación de nuestra rutina diaria"

“Cuidamos que las rutinas, horarios y actividades que estos pacientes ya tenían incorporadas no se pierdan en ningún momento, y más en una situación de confinamiento por cuarentena en la que todos tendemos a la relajación de nuestra rutina diaria. Este factor es fundamental en el bienestar de las personas con enfermedad mental”.

“De esta manera, evitamos que se produzcan episodios de desorientación o insomnio, por ejemplo. Realizamos ejercicio físico con ellos porque está científicamente probado que mitiga el estrés, trabajamos con ellos en talleres cognitivos para compensar la falta de estímulos externos por la situación de aislamiento”.

UNA LABOR CARENTE DE AYUDAS ESTATALES

“Lamentablemente, no estamos obteniendo apoyo alguno por parte del Gobierno de España. Al igual que está ocurriendo en otros ámbitos, y que conocemos por la prensa, también nosotros nos encontramos con las líneas de atención permanentemente ocupadas. Hemos elaborado nuestro propio protocolo en virtud de lo que encontramos publicado en los medios y de acuerdo a nuestra experiencia. Tengo que decir, con tristeza, que estamos solos en lo referente al ámbito administrativo”, expresa asegurando que están solos “en lo referente al ámbito administrativo”.

“Frente a esta situación de improvisación que estamos percibiendo, tenemos la suerte de contar con el pleno respaldo de las familias, de los magníficos profesionales que colaboran con nosotros y con la sociedad en su conjunto, sin olvidarnos de nuestros pacientes, cuya actitud supone para nosotros un estímulo para seguir dejándonos la piel con ellos”, concluye.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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