La detección temprana de los casos positivos de Covid-19, así como de sus contactos estrechos, se erige como la mejor estrategia para frenar la expansión del SARS-CoV-2. En este sentido son dos los tipos de pruebas que se han utilizado de forma habitual para la identificación de los contagiados o el descarte de los casos de sospecha. La primera de ellas es la prueba basada en la reacción en cadena de la polimerasa, conocida popularmente como PCR (denominadas también como pruebas moleculares).
Este tipo de test puede ayudar a diagnosticar la Covid-19 mediante la detección del material genético del SARS-CoV-2. Estas pruebas se consideran el estándar por las autoridades sanitarias en la mayoría de países.
El segundo tipo de pruebas con el que nos encontramos son los test rápidos de antígenos. Su uso se ha popularizado significativamente en los últimos meses y se basan en la búsqueda de ciertas moléculas presentes en la superficie del virus. La principal ventaja de estas es que ofrecen resultados en tan solo 15 minutos ya que no requieren análisis en laboratorio. La principal duda que se plantea sobre estas es su precisión.
Aunque estas pruebas rápidas de antígenos ofrecen resultados en pocos minutos no son tan precisas como las que se analizan en laboratorio ya que requieren una mayor cantidad de virus para asegurar el resultado positivo. Un falso negativo significa que la muestra obtenida por la prueba puede indicar que el sujeto no está infectado cuando en realidad sí lo está.
A pesar de que los investigadores señalan que estos valores presentan variaciones en función de la marca del test (no todos ofrecen la misma precisión de sus resultados), las pruebas rápidas rara vez ofrecen un falso positivo
Una revisión de estudios realizada en marzo de 2021 recogida por HealthLine, analizó los resultados de 64 investigaciones sobre la precisión de las pruebas rápidas de antígenos. Esta varía de forma considerable en función del tipo de sujeto al que se le practique:
Precisión en personas sintomáticas
En el caso de las personas que muestran síntomas asociados a al Covid-19 las pruebas ofrecieron resultado positivo en una media del 72% de los casos. Los intervalos de confianza del 95% eran del 63,7 al 79%, lo que significa que los investigadores tenían un 95% de confianza en que la media se ubicaba dentro de estos dos valores.
Precisión en personas sin síntomas
El análisis de las investigaciones referidas revela que las pruebas rápidas de antígenos identificaron casos positivos correctamente en el 58,1% de los test realizados. Los intervalos de confianza del 95% fueron del 40,2 al 74,1%.
Precisión en la primera semana de síntomas frente a la segunda
Las pruebas rápidas de antígenos reportaron un mayor nivel de precisión en los resultados positivos cuando se realizaron durante la primera semana en la que se manifestaron los síntomas. Los investigadores hallaron que las pruebas rápidas de antígenos diagnosticaron correctamente casos positivos de Covid-19 en el 78,3% de los test realizados durante la primera semana.
A pesar de que los investigadores señalan que estos valores presentan variaciones en función de la marca del test (no todos ofrecen la misma precisión de sus resultados), las pruebas rápidas rara vez ofrecen un falso positivo. El meta-análisis referido anteriormente encontró que los test rápidos de antígenos identificaron correctamente casos negativos de Covid-19 en el 99,6% de los sujetos a los que se les practicaron.
Cabe señalar que la posibilidad de falso positivo existe, pero las ventajas que ofrecen este tipo de pruebas son, en algunos casos, superiores a las que pueden presentar las PCR dependiendo del contexto en el que se utilicen. De esta forma las pruebas rápidas resultan de gran utilidad para el cribado por ejemplo en aeropuertos, estadios deportivos o conciertos por ejemplo ya que ofrecen resultados en cuestión de minutos, son menos costosas y no requieren de un especialista.