El pasado sábado 19 de septiembre se presentó (de forma virtual), en el marco del Congreso celebrado por la European Society of Medical Oncology, la encuesta más grande realizada a profesionales de la oncología (más de 1.500 entre abril y mayo y más de 900 entre julio y agosto), centrada en analizar cómo viven estos la situación provocada por la pandemia.
De acuerdo a las conclusiones y datos ofrecidos recogidos por Medscape, los profesionales de la oncología muestran malestar emocional y bienestar reducido como consecuencia de la Covid-19. La enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 “está impactando en el bienestar, el desgaste profesional (burnout) y el desempeño laboral”, en palabras de la doctora Susana Banerjee, Ph. D., presidente del ESMO Resilience Task Force, y oncóloga del Royal Marsden NHS Foundation Trust y el Institute of Cancer Research de Londres.
A pesar de que el desempeño profesional ha experimentado cierta mejoría desde el inicio de la pandemia, “el riesgo de malestar emocional y agotamiento profesional han aumentado”. Motivos por los que la doctora cree conveniente que se tomen medidas al respecto. En este sentido la doctora ha expresado en la citada cabecera que los profesionales de la oncología están siendo testigos de un reconocimiento mayor desde las instituciones en la imperiosa necesidad de mejorar su bienestar y trabajar para reducir el desgaste laboral que están padeciendo.
"También es muy reconfortante que los participantes sintieron que medidas como los servicios de consejería y apoyo, junto con tener horarios de trabajo flexibles, podrían ser útiles", subraya destacando que todavía “hay mucho margen de mejora”. Y es que en una encuesta realizada hace unos años sobre la situación de agotamiento de los profesionales de la oncología revelaba ya que era necesario incrementar el apoyo que se les presta.
"También es muy reconfortante que los participantes sintieron que medidas como los servicios de consejería y apoyo, junto con tener horarios de trabajo flexibles, podrían ser útiles"
La Covid-19 se erige ya como la peor pandemia a la que el mundo ha tenido que hacer frente, al menos, en los últimos 100 años. La realidad en la que nos hallamos inmersos ha provocado rápidos cambios en nuestro mundo y “toda la comunidad oncológica se ha enfrentado a cambios rápidos para ayudar a garantizar la seguridad de nuestros pacientes con cáncer, mientras continúan con la atención oncológica".
Los problemas experimentados por estos profesionales pueden tener consecuencias negativas no solo en su vida y trabajo sino también en la atención que se les presta a los pacientes. En este sentido alrededor del 67% de los encuestados manifiesta que ha experimentado cambios en sus labores profesionales como consecuencia de la pandemia. Cabe señalar que un 78% ha visto incrementado su preocupación en materia de seguridad personal debido al virus.
Los investigadores responsables de la encuesta han comparado los resultados con las tasas brutas de mortalidad por Covid-19 recogidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un trabajo que ha revelado que el bienestar de los oncólogos y su desempeño profesional guarda relación con las tasas de mortalidad reportadas por su país.
"A medida que aumenta la tasa de mortalidad, el desempeño laboral a partir de Covid-19 disminuye, y los puntajes del índice de bienestar también, lo que sugiere mayor malestar emocional y menor bienestar", explica la doctora Banerjee.
Un 78% ha visto incrementado su preocupación en materia de seguridad personal debido al virus
La encuesta señala que el grado de bienestar emocional está asociado de forma significativa a contar con una mayor resiliencia autoinformada, con ser mayor de 40 años, género masculino, tener unas condiciones laborales agradables y el sentirse bien valorado por su organización. En los casos en los que se ha reportado un menor nivel de bienestar emocional, las causas encuentran su origen en el incremento de las horas de la jornada, autoaislamiento por síntomas de Covid-19, preocupación relacionada con la continuidad de la formación o el desarrollo de la carrera profesional, cambios en la dieta y una menor actividad relacionada con los ensayos clínicos.
Con el objetivo de analizar el cambio que se ha producido en los niveles de bienestar y en el desempeño de los profesionales de la oncología los investigadores han comparado los resultados de las dos encuestas que componen el estudio.
De esta forma vemos que el riesgo de malestar emocional entre los primeros encuestados y los segundos ha pasado del 25% al 33%; mientras que la cifra de oncólogos que ha experimentado desgaste profesional se ha incrementado del 38% al 49%. Por el contrario, el desempeño laboral ha crecido de forma significativa entre los dos grupos encuestados pasando del 34% al 51%.
Preguntados sobre los recursos que consideran necesarios para mejorar su situación, el 81% considera de gran o moderada utilidad la realización de talleres o cursos sobre el bienestar, estrategias para afrontar la situación o cómo hacer frente al desgaste profesional. Un 79% considera de gran ayuda los servicios de consejería y apoyo psicológico mientras que un 73% apuesta por los recursos de autoayuda.
En palabras de la doctora Banerjee, la flexibilidad de los horarios (contemplando el teletrabajo) es el cambio más deseado por los profesionales encuestados. “El 86% cree que esto sería ‘extremadamente’ o ‘moderadamente’ útil”.