Hace ya dos años que Araceli Rosario Hidalgo recibió, a sus 96 años, la vacuna contra la Covid-19. Era la primera persona en España que recibía la respuesta tan esperada, y rápida, ante una pandemia que asolaba por entonces el mundo. 2020 terminaba con 1.791.033 muertes en el mundo a causa de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, terminábamos el año con 1.928.265 casos diagnosticados desde que comenzara la pandemia, 50.837 fallecimientos, con 622 muertes ocurridas en la última semana, casi cien por día, y una ocupación de camas hospitalaria de 9,49% y un 21,21% en UCI.
La campaña de vacunación en España comenzó, tras un retraso por problemas de suministro. Finalmente nuestro país comenzaba a vacunar como en el resto de Europa y daba lugar a las esperanzas de un cambio en la pandemia. Aunque no eran esterilizantes, y por tanto no se esperaba que el número de casos disminuyeran, sí se tenía la esperanza de que la presión asistencial bajara, también los fallecimientos.
Se abrían entonces las puertas a cinco escenarios que este año también se han recordado, ya que en 2021, aunque la gravedad de los casos disminuyó, y en consecuencia también las hospitalizacionesbajaron y los fallecimientos, todavía había picos con variantes especialmente virulentas que escapaban a la inmunidad de algunos pacientes. En 2022, dos años después de las vacunas, en febrero, se retiraban las mascarillas en exteriores y en abril en interiores, manteniéndolas exclusivamente
A largo plazo, se prevé que la Covid-19 se convierta en una enfermedad endémica
Y todo ello, vacunas y mascarillas, cambiaron el curso de la pandemia, ¿hacia qué escenario? 2022, nos lo está reflejando, y aunque los expertos siguen manifestando cierta incertidumbre, parece que está cogiendo fuerza uno de los cinco escenarios.
GRIPE, COVID Y VRS, LA PRIMERA TRIPLEDEMIA
A largo plazo, se prevé que la Covid-19 se convierta en una enfermedad endémica. Este verano, los contagios se han triplicado con la retirada de las mascarillas y el aumento de la actividad social, pero aunque la presión hospitalaria también se ha incrementado, ha sido mucho menor que en las primeras olas. Este escenario, diferente al que se vivía hace dos años, abre el primer escenario definido hace unos meses por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC): la amenaza de la Covid-19 se ha reducido.
El ECDC establecía una serie de situaciones que podrían darse a partir de ahora, aparte de una disminución de la amenaza, estas son: una reinfección regular que dependería de las estaciones y que las vacunas no podrían evitar; un virus estacional en invierno con una presión asistencial manejable, como lo han sido durante estos años el de la gripe y el virus sincitial respiratorio (VRS); o una estacionalidad invernal con una alta presión hospitalaria, y con un importante riesgo en el caso de las personas vulnerables.
Este año se ha visto desplazado, perdiendo protagonismo frente a dos virus que han adelantado en su temporada tradicional
Este otoño lo que hemos visto es una pérdida de poder de la Covid-19, superándoles la gripe y el VRS. Así lo reflejan los informes semanales de Vigilancia centinela de Infección Respiratoria Aguda en Atención Primaria (IRAs) y en Hospitales (IRAG) Gripe, Covid-19 y otros virus respiratorios del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Los últimos informes de diciembre señalan que tanto la gripe, como el VRS y la Covid-19 tienen tasas altas en Atención Primaria de gripe de 161,4 casos por 100.000 habitantes; de 131,0 casos por 100.000 habitantes en el caso del VRS, y de 108 por 100.000 habitantes, la Covid-19, en la primera semana de diciembre, y caída en la segunda semana de diciembre, coincidiendo con el puente de la Constitución en el que se redujeron las visitas a los ambulatorios, con 155,8 casos por 100.000 habitantes de gripe, 55,4 de VRS y 70,4 casos en Covid-19.
El coronavirus que en 2020 y 2021 se apoderó de toda la temporada de infecciones sin que se detectaran apenas casos de gripe y VRS, este año se ha visto desplazado, perdiendo protagonismo frente a dos virus que han adelantado en su temporada tradicional y que han presionado las unidades principalmente de pediatría de los hospitales. La inmunidad generada por la vacunación contra la Covid-19 ha debilitado la virulencia de este virus y sus variantes, mientras que la retirada de mascarillas tras años sin enfrentarse al resto de patógenos respiratorios, han llevado al aumento de casos, aunque no tanto de gravedad, de gripe y VRS. Comienza así el segundo año de pandemia con vacunas, y en breve el tercer aniversario del primer caso de la Covid-19 en nuestro país.