Los países que están centrando sus esfuerzos en la contención de una segunda ola de COVID-19 están recurriendo a pruebas más rápidas, más baratas y menos precisas con el propósito de evitar las demoras y rastrear a los infectados por SARS-CoV-2 a la mayor brevedad posible.
Según informa la agencia de noticias Reuters, Alemania, donde las infecciones aumentaron en 4.122 el martes hasta un total de 329.453, se han asegurado nueve millones de pruebas de antígenos por mes, que permiten dar un resultado en minutos y cuestan alrededor de cinco euros cada una. Esta partida, en teoría, cubriría más del 10% de la población.
Estados Unidos y Canadá también están comprando millones de pruebas, al igual que Italia, cuya reciente licitación por cinco millones de pruebas atrajo ofertas de 35 empresas
Estados Unidos y Canadá también están comprando millones de pruebas, al igual que Italia, cuya reciente licitación por cinco millones de pruebas atrajo ofertas de 35 empresas.
El Instituto Robert Koch de Alemania (RKI) ahora recomienda pruebas de antígenos para complementar las pruebas de PCR existentes, que se han convertido en el estándar para evaluar infecciones activas pero que, también, han sufrido escasez a medida que la pandemia abrumaba a los laboratorios y superaba la capacidad de producción de los fabricantes.
Las pruebas de PCR detectan material genético en el virus, mientras que las pruebas de antígenos detectan proteínas en la superficie del virus, aunque ambas están destinadas a detectar infecciones activas. Otro tipo de prueba, para los anticuerpos que el cuerpo produce en respuesta a una infección, puede ayudar a determinar si alguien ha tenido COVID-19 en el pasado.
Al igual que las pruebas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa), las pruebas de antígeno requieren un incómodo hisopo nasal. También pueden producir más "falsos negativos", lo que llevó a algunos expertos a recomendar que solo se utilicen en caso de necesidad.
Aún así, el alarmante aumento de nuevas infecciones a nivel mundial ha hecho que los funcionarios de salud busquen a la carrera más opciones a medida que se acerca la temporada de gripe invernal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó más de dos millones de casos nuevos la semana pasada, elevando el total mundial a 37 millones, con más de un millón de muertes por COVID-19
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó más de dos millones de casos nuevos la semana pasada, elevando el total mundial a 37 millones, con más de un millón de muertes por COVID-19.
"Estas pruebas en el punto de atención podrían marcar una gran diferencia", ha expresado Gerard Krause, director del Departamento de Epidemiología del Centro Helmholtz de Investigación de Infecciones de Alemania.