Aumentan los estudios y las investigaciones tras casi dos años de pandemia. Ante ello se conoce cada vez con más precisión los efectos que la infección en la fase aguda de la infección por el virus SARS CoV-2 produce en el sistema cardiovascular, como por ejemplo la trombosis y la inflamación.
Un estudio de Quirónsalud Madrid publicado en International Journal of Cardiology: Heart&Vasculature se ha propuesto indagar a través de resonancia magnética cardíaca en pacientes en recuperación y con una larga hospitalización por Covid en una de las afecciones de riesgo de la Covid-19: la afectación miocárdica persistente.
"Hemos identificado la presencia de edema miocárdico en estos pacientes a través de técnicas y secuencias especiales de mapeo para detectar alteraciones del músculo cardíaco (mapping) y utilizadas para la detección precoz de esta clase de lesiones”, explica en nota de prensa de Quirónsalud el Dr. Javier Urmeneta, cardiólogo especialista en imagen cardíaca del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, y primer autor del estudio.
Se encontró una inflamación miocárdica residual pero no tenían su función ventricular afectada "y en general tampoco mostraban fibrosis (cicatrices) en su músculo cardíaco, por eso es previsible que tengan un buen pronóstico en su evolución desde un punto de vista cardiológico", resume el Dr. Urmeneta
El edema solo es visible con la resonancia magnética cardíaca utilizada. "El edema que hemos apreciado no es visible en las imágenes convencionales. Utilizamos programas específicos que analizan las imágenes de resonancia magnética que nos permite valorar el edema a nivel microscópico analizando el tiempo de recuperación de los protones del tejido cardíaco al ser sometidos al campo magnético de la prueba”, explica el Dr. Vicente Martínez de Vega, jefe del servicio de Diagnóstico por la Imagen también en nota de prensa. “Estos nuevos programas de análisis de imágenes cardíacas ofrecen a los cardiólogos información clínica que no podemos apreciar visualmente".
Según los resultados del estudio "los pacientes que se recuperaban de COVID-19, con un intervalo de contacto a RMC de 81 ± 27 días, tenían valores de mapeo de T2 más altos, que sugerían edema miocárdico residual, que los controles. Solo las secuencias de mapeo T2 detectaron afectación miocárdica". Es decir, se encontró una inflamación miocárdica residual pero no tenían su función ventricular afectada "y en general tampoco mostraban fibrosis (cicatrices) en su músculo cardíaco, por eso es previsible que tengan un buen pronóstico en su evolución desde un punto de vista cardiológico", resume el Dr. Urmeneta.
Como señalan desde Quironsalud, se trata del primer trabajo que se realiza en España de resonancia magnética cardíaca que evidencia edema miocárdico residual en contexto de una patología sistémica inflamatoria que afecta inicialmente al sistema respiratorio, "a la vez que muestra la baja incidencia de afectación por miocarditis que implicaría una mayor gravedad".
“Es momento de seguir investigando y detectar qué está pasando en el corazón de los pacientes que han sobrevivido a la invasión del virus. Estamos estudiando la afectación del sistema cardiovascular de los pacientes que han superado la enfermedad o presentan sintomatología compatible con COVID-19 persistente”, finaliza el Dr. José Ángel Cabrera, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.