Los pacientes con COVID-19 gravemente enfermos que precisan ventiladores se colocan en una posición prona (boca abajo) para respirar de forma más fácil y reducir la mortalidad. Sin embargo, esa posición que salva vidas también puede causar daño permanente a los nervios en estos pacientes vulnerables.
Estos datos se basan en los resultados preliminares de un estudio recientemente aceptado de Shirley Ryan AbilityLab y la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. Los científicos creen que el daño a los nervios es el resultado de la reducción del flujo sanguíneo (debido a la sangre coagulada) y la inflamación, según hace público, Technology Network.
Entre el 12% y el 15% de los pacientes con COVID-19 más graves tienen daño nervioso permanente
Según este estudio y otro que se publicó, entre el 12% y el 15% de los pacientes con COVID-19 más graves tienen daño nervioso permanente. "La lesión se ha pasado por alto porque se espera que las personas que han estado gravemente enfermas se despierten con una debilidad simétrica generalizada porque han estado postradas en cama", ha señalado el Dr. Colin Franz, médico-científico de Shirley Ryan AbilityLab y profesor asistente de medicina física y rehabilitación y neurología en la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern.
Como resultado de los hallazgos, los médicos están modificando el protocolo de posición prona para los pacientes con COVID-19 en el Northwestern Memorial Hospital para prevenir daño a los nervios. “Notamos que los pacientes están recibiendo mucha presión en el codo o en el cuello, por lo que hicimos algunos ajustes en la forma en que colocamos las articulaciones, así como también colocamos un acolchado adicional debajo del codo y la rodilla donde hay más presión", ha explicado Franz.