Los orígenes del SARS-CoV-2 continúan siendo una de las grandes incógnitas de la pandemia que afecta a la humanidad desde hace más de dos años. El grupo de expertos enviado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en misión conjunta con las autoridades chinas, concluía el 9 de febrero de 2021 que el SARS-CoV-2 es de origen animal.
Más tarde, cuando la OMS se propuso iniciar la segunda parte de esta investigación con el objetivo de analizar hipótesis que quizás se habían descartado demasiado rápido (como la posible fuga del virus del Instituto de Virología de Wuhan), Pekín se negó en rotundo tras considerar como un ataque las intenciones de la OMS.
La misión, por lo tanto, no fue completada y los resultados obtenidos, aunque se encuentran en la línea de la creciente evidencia científica que considera el origen zoonótico del SARS-CoV-2, fueron duramente criticados por Occidente al considerar que China no había permitido que la misión desarrollase su trabajo con total libertad y sin su influencia.
Precisamente en la referida evidencia científica que ha ido aumentando en estos más de dos años ponemos el foco en estas líneas. Concretamente en tres nuevos estudios que, aunque han sido publicados de forma pre-impresa y se encuentran a la espera de ser revisados por pares, aportan interesantes conclusiones que no solo refuerzan la hipótesis aceptada por la OMS, sino que descartan las teorías que todavía continúan circulando tanto tiempo después sobre una posible fuga de laboratorio.
Las tres investigaciones, analizadas en la revista Science, centran su trabajo en los diferentes aspectos de la propagación viral del SARS-CoV-2 en el mercado de mariscos de Huanan (Wuhan). Este espacio es el considerado como epicentro de la pandemia al detectarse en el los primeros casos de Covid-19 a finales de diciembre de 2019. Dos de estos estudios focalizan sus esfuerzos en intentar analizar el mecanismo por el que el SARS-CoV-2 dio el salto a los seres humanos a través de una especie animal. La tercera investigación ciñe su análisis a los primeros signos del virus en los animales y entornos del mercado.
EVIDENCIA DECISIVA DEL ORIGEN ZOONÓTICO
Michael Worobey, experto en Biología Evolutiva de la Universidad de Arizona y autor de los primeros estudios internacionales explica en Science que un análisis más en profundidad y transparente (en referencia al hermetismo con el Pekín ha desarrollado sus investigaciones desde el inicio de la pandemia) posibilitaría identificar de forma certera las especies animales que se vendían en el mercado y que portaban el virus. En caso de poder realizarse, tiraría por tierra cualquier hipótesis que apuntase a la fuga de un laboratorio y aquellos que la defienden argumentando que el mercado de Huanan únicamente fue el escenario de un evento de supercontagio a través de un infectado por el virus fugado de un laboratorio.
“Estos dos análisis juntos proporcionan una evidencia decisiva de la aparición del SARS-CoV-2 a través del comercio de vida silvestre e identifican el mercado de Huanan como el epicentro inequívoco de la pandemia Covid-19”
El equipo dirigido por Worobey ha analizado dos linajes del SARS-CoV-2 que presentan diferencias sutiles. Estos linajes se han obtenido a través de muestras pertenecientes a personas que se encontraban en el citado mercado a finales del 2019. De acuerdo con este dato, los responsables del estudio sugieren que es un claro indicador de que el virus saltó dos veces a los seres humanos a través de los animales que se encontraban allí o en las inmediaciones.
Un aspecto interesante de estos trabajos es que conecta los puestos específicos en el mercado donde se vendieron animales vivos con muestras ambientales que se sabe que dieron positivo en Covid-19. “Estos dos análisis juntos proporcionan una evidencia decisiva de la aparición del SARS-CoV-2 a través del comercio de vida silvestre e identifican el mercado de Huanan como el epicentro inequívoco de la pandemia Covid-19”, concluyen los responsables de estas dos investigaciones.
LA OMS PIDE ACTUAR FRENTE A LOS MERCADOS HÚMEDOS
Más de dos años después la OMS, junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), ha solicitado la suspensión de la venta de mamíferos salvajes vivos en los mercados de alimentos como “medida de emergencia”. A través de un llamamiento instan a los países a tomar medidas que reduzcan el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 entre los seres humanos y la fauna silvestre, así como para reducir el riesgo de aparición de variantes.
"La introducción del SARS-CoV-2 en la fauna salvaje podría dar lugar al establecimiento de reservorios animales"
"La introducción del SARS-CoV-2 en la fauna salvaje podría dar lugar al establecimiento de reservorios animales. Por ejemplo, se ha informado de que aproximadamente un tercio de los ciervos de cola blanca silvestres en Estados Unidos se han infectado con el SARS-CoV-2, inicialmente a través de varios eventos de transmisión entre humanos. Los linajes de SARS-CoV-2 detectados en ciervos de cola blanca también han circulado en poblaciones humanas cercanas. Se ha demostrado que los ciervos de cola blanca eliminan el virus y lo transmiten entre ellos", explican al respecto.
MERCADO DE WUHAN: ¿AMPLIFICADOR Y NO ORIGEN?
Ponemos el foco ahora en el tercero de los estudios. Este trabajo, realizado por un grupo de científicos de la Academia de Ciencias de China, se erige como la descripción más detallada hasta el momento de las muestras ambientales obtenidas por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades en el mercado de mariscos de Huanan entre el 1 de enero y el 2 de marzo de 2020.
Los responsables de la investigación han analizado 1.380 muestras de 188 animales y elementos del entorno como sistemas de alcantarillado, contenedores y utensilios utilizados con los animales que en este espacio se vendían. Hallaron SARS-CoV-2 en 73 de las muestras. Sobre estas llama poderosamente la atención que todas pertenecían a elementos ambientales y del entorno, ninguna a animales. Este hecho sugiere que fueron los humanos los que introdujeron el virus en el mercado por lo que la investigación lo considera como un “amplificador” y no la fuente origen del SARS-CoV-2.
Cabe señalar que los autores de este estudio, siguiendo de cerca las afirmaciones de Pekín sobre los orígenes del SARS-CoV-2 que señalan a la importación del virus a China a través del comercio, hacen referencia a estudios que informaron de la evidencia sobre la presencia del virus en otros países antes de su detección primigenia en Wuhan. También plantea una teoría que ha sido ampliamente discutida en estos dos años que apuntan a la importación de alimentos congelados a China como la puerta de entrada del virus en el país asiático. Tal y como informan en Science los autores de este trabajo han declinado los ofrecimientos para aclarar estos aspectos de su trabajo en la publicación especializada.
Worobey y su equipo admiten con cierto pesar que por más evidencia científica que se consiga sobre el origen zoonótico del SARS-CoV-2, el debate continuará polarizado. “De la forma en la que las personas han podido descartar cualquier evidencia que apunte a una fuga de un laboratorio, me temo que incluso si hubiese una evidencia de que una de esas muestras estuviera llena de ADN de zorro rojo y SARS-CoV-2, la gente continuaría pensando que el virus, en realidad, provenía del cuidador del zorro rojo”, concluye.