La ONU niega las acusaciones de Estados Unidos de utilizar la pandemia para promover el aborto

Estados Unidos ha acusado a la ONU de encubrir medidas contra el aborto en su plan de lucha contra la pandemia al situar como servicio de salud esencial los servicios de salud sexual y reproductiva.

António Guterres, Secretario General de la ONU advierte de la preparación para las siguientes pandemias (Foto. ONU)
22 mayo 2020 | 10:15 h

La ONU ha negado las acusaciones vertidas por Estados Unidos de que el organismo internacional ha aprovechado la pandemia como una oportunidad para promover el acceso al aborto como parte de su respuesta humanitaria a la crisis sanitaria.

La ONU trabaja para recaudar fondos por valor de 6.700 millones de dólares para su plan de respuesta contra el coronavirus. Hasta el momento ha conseguido 1.000 millones de dólares de los cuales, 172,9 millones de dólares, han sido donados por Estados Unidos. Unos fondos destinados a paliar los efectos de la pandemia y a la lucha contra el virus que ya ha dejado más de cinco millones de infectados en todo el mundo con más de 327.000 fallecidos.

“Cualquier sugerencia de que estamos utilizando la pandemia como una oportunidad para promover el aborto es falsa”, ha expresado de forma tajante el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.

“Si bien apoyamos la atención médica que evita que millones de mujeres mueran durante el embarazo y el parto, así como la protección de las personas frente a las enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH, no buscamos anular ninguna ley nacional”.

“Cualquier sugerencia de que estamos utilizando la pandemia como una oportunidad para promover el aborto es falsa”

Unas palabras que se producen como respuesta a la carta enviada al director de la ONU, Antonio Guterres, rubricada por el administrador interino de la Agencia Internacional para el Desarrollo (Usaid) de Estados Unidos, John Barsa.

En esta acusaba al organismo internacional de utilizar la pandemia para encubrir acciones en defensa del aborto como si este se tratase de “un servicio esencial”. En palabras de Barsa, la ONU “ha dado a los servicios de salud sexual y reproductiva el mismo nivel de importancia que la inseguridad alimentaria, la atención médica esencial o la desnutrición”.

El problema reside en la concepción que desde Washington se tiene de los servicios de salud sexual y reproductiva, considerados como una puerta de entrada para la aplicación del aborto. Barsa acusa en su carta a la ONU de utilizar estos servicios para “la distribución generalizada de medicamentos que inducen al aborto o acciones para su promoción”.

El plan de la ONU tiene como meta ayudar a 63 naciones, principalmente ubicadas en África y América Latina, en la lucha contra la pandemia. Guterres ha manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación por la falta de apoyo a los países más pobres, lamentando la falta de liderazgo entre las potencias mundiales para frenar la expansión del SARS-CoV-2.

 

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.