Más de un año después de la aparición de los primeros casos de Covid-19 en la ciudad china de Wuhan (Hubei), un equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha iniciado una misión destinada a investigar los orígenes del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que ha provocado la peor pandemia a la que el mundo ha tenido que hacer frente en los últimos 100 años. Tanto la OMS como las autoridades chinas han sido duramente criticadas en estos meses por la gestión realizada de la crisis sanitaria en sus comienzos. Muchas voces han reprochado a la OMS su actitud excesivamente laxa con el hermetismo de un Gobierno chino al que se ha acusado de falta de transparencia.
Ahora, un nuevo informe redactado por el Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia, establecido por la OMS para revisar la respuesta en materia de salud internacional ante la Covid-19, asegura que el organismo debería haber declarado la pandemia con mayor prontitud. De esta forma, indican según se recoge en el informe hecho público el 19 de enero y recogido por British Journal Medicine, se habría ayudado a que las naciones comprendiesen la gravedad real de la situación y haber actuado en consecuencia.
En este sentido el documento indica que el sistema de alerta de pandemia global emitido por la OMS el 11 de marzo de 2020 “no era adecuado para su propósito”, criticando una serie de elementos burocráticos que los expertos califican como “lentos, engorrosos e indecisos”.
En base a esto el panel considera necesaria una actualización de este tipo de mecanismos de alerta apostando por la digitalización y agilización de los procesos. Un avance que debe ir acompañado de un “cambio político radical en la voluntad de los países para hacerse responsables de tomar todas las decisiones necesarias tan pronto como se decrete una alerta”.
El panel de expertos ha emitido sus juicios tras una exhaustiva revisión de cientos de documentos y entrevistas con expertos de múltiples disciplinas. Atendiendo a toda la información empleada en la formación de sus conclusiones ponen el foco, por ejemplo, en por qué el Comité de Emergencias de la OMS esperó hasta el 22 de enero de 2020 para reunirse (fecha en la que una primera misión de la OMS demostraba la transmisión del SARS-CoV-2 entre seres humanos) o los motivos que llevaron a retrasar la declaración de Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional.
Los expertos coinciden a la hora de cuestionar qué hubiera pasado si la OMS hubiese empleado antes en sus comparecencias el término de pandemia
En este sentido es necesario recordar que entre el 22 y el 23 de enero de 2020 el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, convocaba el Comité de Emergencias según lo previsto en el Reglamento Sanitario Internacional (RSI 2005) para evaluar si el brote de Wuhan constituía una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional. Una reunión en la que los expertos participantes no alcanzaron un consenso y pidieron ser convocados en un plazo de no más de 10 días para reevaluar la situación. Fueron convocados el 30 de enero tras confirmarse los primeros casos fuera de las fronteras de China y se declaraba, por sexta vez en su historia, la Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional.
Los expertos coinciden a la hora de cuestionar qué hubiera pasado si la OMS hubiese empleado antes en sus comparecencias el término de pandemia.
“En demasiados países, la falta de aplicación de tales medidas continúa provocando un número inaceptable de muertes, enfermos y transmisión”
Al observar la respuesta de China el panel asegura que las medidas de salud pública deberían haber sido aplicadas “con más fuerza por las autoridades sanitarias locales y nacionales” en enero de 2020. Han criticado además a muchos otros países por no implementar intervenciones de carácter preventivo como estrategias de rastreo de contactos de los contagiados, más rapidez a la hora de establecer el distanciamiento social, limitaciones a los desplazamientos y el uso generalizado de mascarillas. “En demasiados países, la falta de aplicación de tales medidas continúa provocando un número inaceptable de muertes, enfermos y transmisión”, aseveran.
“El sistema ha luchado para enfrentar el desafío de la pandemia. El liderazgo mundial se ha ejercido de forma débil y se ha dependido más que nunca de la OMS. Han surgido nuevas necesidades relacionadas con el suministro coordinado, el desarrollo acelerado de vacunas y otras medidas”, afirme el panel, copresidido por la exministra primera de Nueva Zelanda, Helen Clark; y la expresidenta de Liberia, Ellen Johnson.
Unas afirmaciones que aluden directamente a las notables deficiencias en la respuesta global por la falta de marcos efectivos que garanticen el acceso equitativo a suministros. Fotografía que conduce a un almacenamiento deficiente, una dependencia excesiva y problemas logísticos. Motivos por los que los expertos han solicitado el desarrollo e implementación de herramientas que permitan la recopilación de datos en tiempo real para acelerar la toma de decisiones.
“Cuando existe una amenaza potencial para la salud, los países y la OMS deben utilizar todas las herramientas digitales a su disposición para mantenerse al día sobre las noticias que se propagan instantáneamente en las redes sociales y sobre los patógenos que se transmiten velozmente a través de los viajes”, expresa Clark. “La detección y la alerta pueden haber sido rápidas según los estándares de los patógenos anteriores pero los virus se mueven en cuestión de minutos y horas en lugar de en días o semanas”, critica.
El panel concluye su análisis matizando que esta pandemia “debe ser un catalizador de un cambio fundamental y sistémico en la preparación para futuros eventos de este tipo”. Sus recomendaciones se harán públicas en un nuevo informe que se espera que esté terminado el próximo mes de mayo.