Una vacuna contra el SARS-CoV-2, el coronavirus que causa la COVID-19, podría estar preparada antes de que finalice 2020. Así lo ha expuesto el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Tedros Adhanom, durante su comparecencia ante los medios de comunicación.
En declaraciones recogidas por la agencia de noticias Reuters, el máximo responsable del organismo ha demandado a los líderes de las naciones "solidaridad" y "compromiso político" con el fin de garantizar la distribución equitativa de las preparaciones biológicas cuando estén disponibles.
Es preciso recordar que nueve vacunas experimentales están en proceso de desarrollo en la instalación de vacunas COVAX, adscrita a la OMS, que tiene como propósito fundamental distribuir 2.000 millones de dosis para finales de 2021
"Necesitaremos vacunas y hay esperanzas de que, para finales de este año, podamos tener una. Hay esperanza", ha insistido el facultativo en su intervención a la conclusión del Consejo Ejecutivo de la OMS, sin precisas más detalles.
Es preciso recordar que nueve vacunas experimentales están en proceso de desarrollo en la instalación de vacunas COVAX, adscrita a la OMS, que tiene como propósito fundamental distribuir 2.000 millones de dosis para finales de 2021.
OPINIONES CONFRONTADAS
Durante estas jornadas, países de la envergadura de Alemania, Gran Bretaña y Australia se han puesto en contacto con la agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) solicitando reformas en la misma con un objetivo: fortalecer su papel de liderazgo ante respuestas internacionales.
La Administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado enérgicamente el papel de la OMS en la crisis, acusando a la institución de estar demasiado cerca de China y de no hacer lo suficiente para cuestionar las acciones de Pekín a finales del año pasado
En contraposición, la Administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado enérgicamente el papel de la OMS en la crisis, acusando a la institución de estar demasiado cerca de China y de no hacer lo suficiente para cuestionar las acciones de Pekín a finales del año pasado, cuando el virus apareció por primera vez en Wuhan.