La OMS no esconde su preocupación ante el rápido avance del coronavirus. La aparición de nuevos casos sin vínculo claro con China, donde se encuentra el epicentro de la enfermedad, y su llegada a países con sistemas sanitarios débiles, como Líbano, donde una mujer ha dado dado positivo, ha hecho saltar las alarmas en la Organización Mundial de la Salud. Su director, el africano Tedros Adhanom, ha advertido este fin de semana de que “se acaba el tiempo” para que la propagación mundial del coronavirus acabe derivando en una pandemia.
“Aunque el número total de afectados fuera de China sigue siendo relativamente bajo estamos preocupados por la cantidad de casos que están surgiendo y que no habían realizado ningún viaje ni habían estado en contacto con ningún caso confirmado”, ha explicado Tedros en una información recogida por Europa Press. El coronavirus se ha instalado ya en 30 países. Y aunque la mayoría de las muertes se han producido en China, también se han registrado otras en Irán, Corea del Sur, Japón, Francia, Filipinas, Taiwán e Italia, que ha confirmado este lunes el cuarto fallecido.
Los puntos geográficos que más preocupan a la organización son aquellos con sistemas sanitarios más débiles, como Líbano o Irán. De hecho, la situación en Irán es una de las dos que más preocupan fuera de China. La autoridad iraní anunció ayer el cierre temporal de escuelas, centros educativos y universidades en las dos ciudades afectadas por la epidemia, que ya ha ocasionado cinco muertes, el mayor número de fallecimientos lejos del gigante asiático.Otro país que ha hecho saltar las alarmas es Corea del Sur , donde se ha registrado un fuerte incremento del número de contagios: más de 500 en total y cuatro fallecidos. Entre los enfermos confirmados hay un empleado de una fábrica de Samsung, cuya actividad ha sido inmediatamente suspendida.
"Pedimos a la comunidad internacional que actúe rápidamente, también con financiación"
"Todo esto nos dice que el virus puede moverse a cualquier parte", considera Adhanom. "El tiempo para frenar su expansión se está acabando y por eso pedimos a la comunidad internacional que actúe rápidamente, también con financiación. No es esto lo que está sucediendo”. Señala que, llegados a este punto el brote podría ir en cualquier dirección, pero que “si hacemos lo correcto podremos evitar una crisis muy seria”. No solo sanitaria: la OMS también teme las turbulencias políticas, sociales y económicas que el virus pueda causar a nivel global.
A pesar de la alerta, la OMS ha querido también matizar un poco la intranquilidad que se desprende de sus comunicados y recordó que cada vez se sabe más sobre el virus. “Sabemos, por ejemplo, que más del 80% de los pacientes tendrá una enfermedad leve, mientras que los restantes sufrirán un virus grave o crítico que puede provocar dificultades respiratorias que degeneren en un fallo multiorgánico”. La población de mayor riesgo son los ancianos y personas con patologías previas.