La variante Ómicron detectada recientemente en Sudáfrica ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias internacionales. Hasta el momento, la evidencia científica revela que la mayoría de casos de este linaje del SARS-CoV-2 se relacionan con sintomatología leve.
Ahora, un estudio publicado en OSF Preprints ha determinado que al menos una de las mutaciones de Ómicron podría haber sido adquirida a través del material genético de otro virus, probablemente alguno causante del resfriado común. Este fragmento de material genético no se encuentra en ninguna otra variante del coronavirus, aunque sí lo está en los que causan el resfriado común y en el genoma humano.
Es precisamente el hecho de presentar un fragmento “más humano”, lo que ayudaría a Ómicron a evadir el ataque de nuestro sistema inmunológico, asegura el director del estudio, Venky Soundararajan.
Esta nueva mutación podría haber ocurrido cuando una persona infectada con SARS-CoV-2 adquirió el material genético de otro virus
Estos hallazgos serían potencialmente responsables de la mayor transmisibilidad del virus y la sintomatología leve o asintomática, del mismo. Con todo, esta evidencia aún podría variar, pues se necesitan más estudios para constatar la potencial peligrosidad y predominancia del virus.
La explicación podría residir en que el virus del SARS-CoV-2 y otros como los causantes del resfriado común puede hospedarse en células de los pulmones así como gastrointestinales. La presencia de ambos virus a la vez podría ser el escenario perfecto para la recombinación viral, un proceso en el que dos virus diferentes interactúan en la misma célula generando copias que tienen material genético de ambos virus.
Esta nueva mutación podría haber ocurrido cuando una persona infectada con SARS-CoV-2 adquirió el material genético de otro virus, aseguran los investigadores de este estudio que aún no ha sido revisado por pares.
Soundararajan aboga por “vacunar para reducir las probabilidades de que otras personas inmunodeprimidas se enfrenten al virus del SARS-CoV-2”
Esta secuencia genética conocida como HCoV-229E, encontrada en Ómicron, aparece también en otros coronavirus inofensivos, así como en el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que causa el SIDA.
Y es que tal y como explica el autor, Sudáfrica ostenta el triste récord de tener la tasa de VIH más alta del mundo. Esta enfermedad debilita el sistema inmunológico aumentando la vulnerabilidad de una persona a las infecciones por otros virus y patógenos. En este país, podría haberse producido la recombinación que favoreció las mutaciones de Ómicron.
Aunque se necesitan más investigaciones para determinar el origen de Ómicron, Soundararajan aboga por “vacunar para reducir las probabilidades de que otras personas inmunodeprimidas se enfrenten al virus del SARS-CoV-2”.