BF.7 y la nueva ola en China: las claves epidemiológicas que explican la preocupante situación

Los expertos coinciden en señalar que la veloz expansión de BF.7 en China responde, entre otros factores, a la férrea política de Covid cero y las bajas coberturas vacunales en grupos como los adultos mayores.

Medidas de prevención del coronavirus en Pekín, China. (Foto. Chen Zhonghao. Xinhua News. EP)
21 diciembre 2022 | 13:00 h

En la actualidad, la variante Ómicron del SARS-CoV-2 (B.1.1.529), es la dominante en España y comprende los linajes BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5, así como los sublinajes derivados de estos. BA.5 y sus linajes son los dominantes. Esta descripción es necesaria para comprender la situación que vamos a analizar a lo largo de las siguientes líneas. Nuestro recorrido comienza en China. Desde el inicio de la pandemia el país se ha caracterizado no solo por su hermetismo en relación a las medidas adoptadas para controlar el virus y la negativa a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluya su investigación sobre los orígenes del coronavirus, sino también por su política de Covid cero.

Tres años después de la detección de los primeros casos de Covid-19 en la ciudad china de Wuhan (Hubei), Pekín ha mantenido férreas medidas de control de casos, rastreo de contactos y cuarentenas que durante meses han sembrado el germen de las protestas ciudadanas que han estallado en los últimos meses.

La presión social ha puesto en tela de juicio la política draconiana consiguiendo que casi un año después de la expansión de Ómicron en el país el Partido Comunista considerarse que la situación epidemiológica motivaba valorar la realización de ajustes en las restricciones y medidas implantadas para controlar la expansión del virus. Justo en el momento en el que parecía vislumbrarse la luz al final del túnel BF.7, sublinaje de BA.5, ha provocado un repunte de los casos. Ya es la dominante en la práctica totalidad del país de acuerdo con los escasos datos oficiales.

De acuerdo con la evidencia de la que se dispone hasta el momento todo apunta a que BF.7 cuenta con una capacidad infectiva más fuerte que las subvariantes que circulaban en el país. Se cree que su capacidad de propagación es más veloz y, sumado a un tiempo de incubación menor, BF.7 ha corrido como la pólvora. La pregunta que el mundo se hace ante el rápido cambio de tercio en la fotografía reportada por China es clara: ¿debemos preocuparnos?

BF.7 cuenta con una capacidad infectiva más fuerte que las subvariantes que circulaban en el país. Se cree que su capacidad de propagación es más veloz y, sumado a un tiempo de incubación menor

The Conversation ha consultado con varios expertos para analizar la evidencia disponible sobre BF.7. Estos explican que BF.7 tiene un R0 (número de reproducción que se utiliza en epidemiología para describir la intensidad de una enfermedad infecciosa) que oscila entre 10 y 18,6. Esto significa que una persona infectada por BF.7 puede transmitir el virus a entre 10 y 18,6 personas. La evidencia disponible hasta la fecha sitúa el R0 de Ómicron entre 3,6 y 8,2, cifras que suponen un R0 entre 2,5 y 3,8 veces por encima de su predecesora Delta (B.1.617.2). En términos de cuadro clínico los síntomas de la infección por BF.7 son similares a los ya experimentados con las variantes y subvariantes anteriores, con predominancia de los síntomas de las vías respiratorias superiores y, en menor medida, gastrointestinales.

LAS RAZONES QUE EXPLICARÍAN LA SITUACIÓN EN CHINA

Presentadas las características de BF.7 hay un aspecto fundamental que podría ayudar a entender las razones de su veloz propagación en China, pero no en otras partes del mundo: su capacidad de infección parece ser mayor en personas que no han tenido una infección previa, no han sido vacunados contra la Covid-19 o ambos. En esta primera ola de la pandemia tras el inicio del final de la política de cerco a la Covid-19, el pasado 18 de diciembre China informaba de 1.995 infecciones sintomáticas, lo que supone un descenso respecto a las 2.097 contabilizadas el día anterior. Los datos oficiales no son fiables dado el recorrido de Pekín en esta pandemia y también debido a la reducción en la cifra de pruebas diagnósticas. Se suma el elevado número de asintomáticos que puede haber en estos momentos.

“Está claro que estamos en una fase muy diferente de la pandemia, pero en mi opinión, esa ola pendiente en China es un comodín”

Añadimos un hecho muy importante en esta fotografía epidemiológica que observamos de China. Aunque la tasa de cobertura vacunal se sitúa por encima del 90%, los datos gubernamentales de los que se hace eco RTVE revelan que la proporción de adultos mayores que han recibido la dosis de refuerzo se sitúa en el 57,9%. La cifra se reduce aun más si hablamos de los mayores de 80 años: 42,3%. Las razones en las que radica estos bajos porcentajes la encontramos en la desconfianza que genera entre los adultos mayores chinos la vacunación frente a la Covid-19.

La suma de la baja cobertura vacunal entre los adultos mayores, población de riesgo para la que la inoculación de los refuerzos es vital, junto con una férrea política de Covid cero durante tres años que ha minimizado al máximo las infecciones naturales, convierten China en el caldo de cultivo perfecto para la expansión de BF.7. Hecho que se refuerza si analizamos la situación de otros países en los que BF.7 está presente desde hace semanas y no están viviendo la situación de China como por ejemplo, España.

En estos momentos, aunque a nivel global, BA.5 y los linajes derivados de este sin cambios importantes siguen siendo dominantes en España y en el mundo, se han detectado numerosos linajes con mutaciones que podrían relacionarse con un mayor escape a la respuesta cuya prevalencia está creciendo. El hecho de que compartan una o varias mutaciones clave indica que, muy probablemente, son fruto de la presión selectiva ejercida por los niveles actuales de inmunidad en la población. Entre ellos destacan algunos con pocas diferencias pero que se han detectado en niveles significativos como BF.7.

El informe sobre la situación de las variantes del SARS-CoV-2 publicado por el Ministerio de Sanidad el 17 de octubre de 2022 revelaba la detección de BF.7 en el 10,2% de las muestras secuenciadas. La última actualización realizada el 19 de diciembre no indica cifra significativa ante el avance de BQ.1 y BQ.1.1, sublinajes también de BA.5.

Tal y como se ha expuesto la situación de China atiende a las dos peculiaridades señaladas, pero la OMS ha enfatizado en que lo que está sucediendo en el país asiático también es un recordatorio de que la emergencia mundial que supone la Covid-19 no ha acabado. “Está claro que estamos en una fase muy diferente de la pandemia, pero en mi opinión, esa ola pendiente en China es un comodín”, ha expresado en The Guardian la viróloga Marion Koopmans, integrante del Comité de la OMS responsable del asesoramiento sobre la emergencia que supone el SARS-CoV-2. “La pregunta es si se puede llamar pospandemia cuando una parte importante del mundo está entrando en su segunda ola”, aseveraba la experta.

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