Uno de cada cuatro niños padece síntomas depresivos y de ansiedad debido al confinamiento por la Covid-19. Las circunstancias excepcionales que estamos viviendo están provocando consecuencias emocionales extraordinarias en la población infantil que en otro contexto podrían ser signos de una patología de la salud mental y son una respuesta al sufrimiento de este tiempo que tenemos. Hay que vigilar muy bien a estos niños y niñas para que estos síntomas no se alarguen en el tiempo y no desemboquen en problemas mayores.
Estas afirmaciones han sido realizadas por la doctora Abigail Huertas Patón, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, durante una conferencia en la XIX Reunión de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría que se celebra estos días de forma telemática.
En este contexto, la psiquiatra Abigail Huertas Patón ha pronunciado la conferencia "Salud Mental en Niños y adolescentes. Necesidades previas y generadas tras la pandemia" en la que ha asegurado que los profesionales de la salud mental ya estaban “preocupados por la deficitaria atención de la salud mental de los niños y adolescentes antes de la pandemia en España y en el mundo. La salud mental infantojuvenil en España (y Bulgaria) no es una especialidad reconocida como en el resto de Europa y por eso está puede ser una oportunidad para reforzarla”.
“En cuanto se declaró el Estado de Alarma y se limitó que los niños socializaran, los profesionales de la salud mental nos preocupamos por saber qué efectos podría tener en esta población. Entre otras cosas, porque los niños no se van a desplazar a un centro sanitario a pedir ayuda y es difícil saber qué le pasa”, ha explicado.
Hay que vigilar muy bien a estos niños y niñas para que estos síntomas no se alarguen en el tiempo y no desemboquen en problemas mayores
En este sentido, ha destacado que “poco a poco empieza a haber evidencia científica de cómo la pandemia ha afectado a la salud mental y se empiezan a constatar consecuencias en la salud mental de los niños y adolescentes”. La experta ha puesto como ejemplo el documento UNICEF España sobre la infancia y la adolescencia que hace un hincapié en la salud mental como un componente importante de la salud de los niños.
“Llama la atención del informe que uno de cada cuatro niños que ha sufrido aislamiento por la Covid-19 presente síntomas depresivos y de ansiedad, pero es una realidad porque a los más pequeños también les afecta esta situación de incertidumbre. Hay que vigilar muy bien a estos niños y niñas para que estos síntomas no se alarguen en el tiempo y no desemboquen en problemas mayores”, ha descrito la doctora Huertas.
Asimismo, ha señalado que “se deben tratar también aquellos síntomas que aparecen ligados a la Covid-19 como la pérdida de familiares, crisis económica, miedo a enfermar, miedo a la muerte, miedo al futuro porque muchos adolescentes han visto truncados sus estudios, su deporte…)”.
Por otro lado, la experta ha explicado que “también se ha visto resentida la salud infanto-juvenil sobre todo en las familias que tienen problemas socioeconómicos o han tenido alguna pérdida de algún familiar, niños con TDHA o con trastorno de conducta”. “Tampoco ha ayudado a la salud mental de muchos niños -con o sin patología previa-, estar en casa sin ejercicio físico que lleva a dormir peor y coger más peso, o la falta de rutina y horarios”, ha añadido.
LA TELEMEDICINA, UN COMPLEMENTO Y UN ALIADO
Por último, la especialista ha afirmado que “hay que estar alerta al sufrimiento emocional de los niños y adolescentes y darles herramientas para afrontar las dificultades provocadas por la pandemia. Los profesionales preveremos un aumento de consultas por ansiedad y bajo estado de ánimo y estamos desarrollando nuevas formas de llegar a los pacientes y sus familias, como son las nuevas tecnologías”.
“También que es importante el trabajo multidisciplinar y atender a las necesidades económicas y sociales de las familias”, ha concluido.