El sector sanitario privado podría vacunar de la COVID-19 a 11 millones de personas de forma gratuita. Así lo publica Okdiario, toda vez que el titular del Ministerio de Sanidad, Salvador Illa, descarta por el momento su incorporación al plan que maneja el Ejecutivo para inmunizar a la sociedad española.
Es preciso recordar que la estrategia de vacunación del Gobierno no recoge la colaboración de la sanidad privada. Un sector que, por sus capacidades y profesionales, podría agilizar el ritmo de vacunación en España.
"Estamos seguros de que la sanidad pública tiene los recursos suficientes de todo tipo para administrar las dosis que recibimos"
En respuesta al ofrecimiento de la sanidad privada, Illa aseguró la semana pasada que "estamos seguros de que la sanidad pública tiene los recursos suficientes de todo tipo para administrar las dosis que recibimos".
En este sentido, el candidato del PSC a las próximas elecciones autonómicas en Cataluña sigue confiando que, en verano, el 70% de la población de nuestro país haya sido inmunizada. Es decir, un total de 33 millones de personas.
El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) ha explicado, en un comunicado oficial, que el incremento de contagios ligados a una tercera ola, sumados al colapso de los servicios de Atención Primaria, "dificultarán aún más la celeridad de la campaña de vacunación, lo que hace imprescindible que se utilicen todos los recursos disponibles".
"Vacunar al mayor volumen de la población en el menor tiempo posible es imprescindible y, para ello, la suma de todos los esfuerzos y recursos materiales y humanos que ofrece el sistema en su doble vertiente de titularidad es clave"
Atendiendo a cifras concretas, la sanidad privada pone sobre la mesa 458 hospitales, más de 12.000 centros médicos y cerca de 270.000 profesionales. Su objetivo, apuntan, es "sumar voluntades y esfuerzos" para fortalecer el Sistema Nacional de Salud (SNS).
"Vacunar al mayor volumen de la población en el menor tiempo posible es imprescindible y, para ello, la suma de todos los esfuerzos y recursos materiales y humanos que ofrece el sistema en su doble vertiente de titularidad es clave, y este debe ser precisamente el objetivo prioritario para controlar la situación epidemiológica a la mayor brevedad posible, una vez que toda demora supone un impacto evidente en términos de morbimortalidad, bienestar y calidad de vida para la población", sentencian desde la entidad que preside Juan Abarca.