Europa se prepara para la segunda Navidad en pandemia. El escenario epidemiológico que reporta el viejo continente muestra una fotografía de preocupantes incrementos de casos de Covid-19, en un contexto en el que las coberturas de vacunación contra el virus son, en general, bajas. La relajación y supresión de la mayoría de restricciones, ahora reimpuestas en muchos países dada la virulencia de la ola que golpea al continente, han contribuido, junto con la llegada del frío, a que los líderes europeos planteen un viraje en la estrategia para controlar al virus.
A pesar de que Europa ha contado desde el primer momento con acceso a las distintas vacunas contra la Covid-19 que han ido recibiendo la autorización para su comercialización de emergencia, un tercio de la población europea continúa sin estar vacunada. La vacunación y la lucha contra la desinformación sobre el virus y los sueros que se están inoculando. Una tarea fundamental ya que la administración de dosis de refuerzo de las personas que completaron la pauta en la primera campaña de vacunación y el inicio de la inmunización de los menores de 12 años son claves para detener el avance de la nueva variante Ómicron (B.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica).
“La variante Ómicron se está propagando a una velocidad que no habíamos visto antes y nos preocupa que las personas estén considerando esta variante como algo leve”, ha aseverado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Probablemente hemos aprendido que si subestimamos al virus, nos veremos dañados”, añade.
La OMS ha calificado esta variante como “de preocupación” (VOC, por sus siglas en inglés), pero la evidencia científica con la que se cuenta hasta el momento revela que la sintomatología de Ómicron es más leve y, en principio, la enfermedad que provoca sería menos grave.
Ante este escenario y con la cuenta atrás para la Navidad ya iniciada, los países europeos han comenzado a adoptar distintas medias y restricciones con el objetivo de evitar que estas fiestas se traduzcan en un importante volumen de contagios que puedan comprometer los sistemas sanitarios.
Desde el pasado mes de julio la Unión Europea cuenta con el Certificado Covid Digital. Un documento diseñado para garantizar la libre circulación de los ciudadanos europeos que hayan completado la pauta de vacunación, aquellos que recientemente hayan superado la Covid-19 o para los que se realicen una prueba diagnóstica y puedan acreditar un resultado negativo. El conocido popularmente como “pasaporte Covid” incluye el compromiso de los Veintisiete de no imponer restricciones adicionales a los europeos titulares del certificado. La situación epidemiológica ha hecho que algunos socios comiencen a alejarse de lo pactado por el temor a un nuevo repunte de los contagios dentro de sus fronteras.
Desde el pasado 1 de diciembre Portugal exige un test negativo al margen del pasaporte Covid para entrar en su territorio. El primer ministro portugués, António Costa, ha anunciado que no solo mantendrá, sino que además reforzará en caso de que sea necesario, los controles para acceder al país, hasta el 9 de enero. Las mascarillas son de nuevo obligatoria en todos los espacios cerrados desde hace varias semanas y entre el 2 y el 9 de enero se pretende contener los contagios posteriores a las navidades con teletrabajo obligatorio y cierre de locales de restauración y ocio nocturno. Algunas de las grandes ciudades lusas ya han confirmado que se suprimen las celebraciones de Nochevieja.
“La variante Ómicron se está propagando a una velocidad que no habíamos visto antes y nos preocupa que las personas estén considerando esta variante como algo leve”, ha aseverado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Probablemente hemos aprendido que si subestimamos al virus, nos veremos dañados”
Una decisión pionera entre los Estados miembro que fue seguida por Irlanda el pasado 5 de diciembre. El 14 de diciembre Italia anunciaba el establecimiento de cuarentenas de cinco días para todos los pasajeros procedentes de países de la UE sin vacunar, así como un test negativo para aquellos que sí hayan completado la pauta.
Italia está dispuesta a limitar las actividades de los no vacunados. Al pasaporte Covid obligatorio para acceder a cualquier puesto de trabajo (tanto en el ámbito público como privado), se suma que entre el pasado 6 de diciembre y hasta el 15 de enero será necesario para acceder a eventos culturales, deportivos y de ocio.
La circulación del virus entre los más jóvenes es una de las grandes preocupaciones en muchos países. Razón por la que Francia ha decidido cerrar las discotecas desde el 10 de diciembre y hasta el 6 de enero. Se establecido el certificado Covid como obligatorio para acceder a determinados espacios públicos como los populares mercados navideños. Se ha recomendado a las empresas que se establezcan entre dos y tres días de teletrabajo semanales. Las autoridades francesas han recomendado mucha prudencia ante reuniones navideñas como las cenas de empresa y que se limiten las reuniones privadas.
Dinamarca ha adelantado una semana el inicio de las vacaciones escolares y desde el 10 de diciembre mantiene cerrado el ocio nocturno. Las autoridades sanitarias danesas han solicitado la suspensión de las cenas de empresa y que se teletrabaje siempre que sea posible.
Noruega ha limitado a 10 personas el aforo para las reuniones en domicilios particulares y pasará a 20 en las fechas más importantes de la Navidad. Las autoridades recomiendan el teletrabajo.
Grecia se ha sumado a la lista de países europeos que, como consecuencia de la propagación de Ómicron, ha establecido que todos los viajeros que lleguen al país no solo deberán contar con el pasaporte Covid, sino que también tendrán que presentar una prueba negativa realidad en un máximo de 48 horas antes del viaje.
Desde finales del pasado mes de noviembre toda actividad no considerada como esencial echa el cierre a las 17:00 horas en Países Bajos. Bélgica ha dado un paso más con la prohibición de las reuniones privadas en interiores salvo que se trate de bodas y funerales.
En el caso de España, se descartan por el momento la adopción de nuevas restricciones o medidas más allá de las establecidas, y el debate se centra en el uso del pasaporte Covid. Por el momento este ya ha recibido el respaldo de los respectivos tribunales de justicia autonómicos de Galicia, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia, Andalucía y Canarias
Si ponemos el foco en el Reino Unidose ha pedido a las empresas que el teletrabajo sea la opción primaria siempre que sea posible y es necesario estar en posesión del pasaporte Covid para poder acceder a eventos culturales y/o deportivos masivos o discotecas. La mascarilla vuelve a ser obligatoria en todos los espacios interiores.
Austria se convirtió en el primer país europeo en establecer la vacunación obligatoria contra la Covid-19 a partir de febrero de 2022. Estableció además un confinamiento de la población para frenar la oleada de contagios y decretó una cuarentena para todos los no vacunados con la que limitar sus actividades.
Alemania también ha optado por el pasaporte Covid para acceder a eventos culturales, deportivos y locales de restauración. Se han suspendido además numerosos actos navideños y las discotecas deberán cerrar si se supera una incidencia acumulada a siete días de 350 casos por cada 100.000 habitantes.
Bulgaria, uno de los países europeos con menor tasa de vacunación contra la Covid-19, ha decidido que todos los ministros y empleados públicos deberán contar con el pasaporte Covid para dar ejemplo a la ciudadanía. Desde el pasado 23 de octubre el pasaporte se exige para poder acceder a centros comerciales, teatros y restaurantes, pero no para centros de trabajo.
Finlandia ha decidido aumentar las restricciones a los viajeros de fuera de la Unión Europea y de la zona Schengen, que deberán presentar un resultado negativo a través de una prueba realizada en las 48 horas previas al viaje. Se realizará un examen médico obligatorio para los ciudadanos procedentes de Dinamarca, Noruega y Reino Unido salvo que presenten una prueba negativa reciente.
En el caso de España, se descartan por el momento la adopción de nuevas restricciones o medidas más allá de las establecidas, y el debate se centra en el uso del pasaporte Covid. Por el momento este ya ha recibido el respaldo de los respectivos tribunales de justicia autonómicos de Galicia, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia, Andalucía y Canarias. En el resto de comunidades y ciudades autónomas no es obligatorio, salvo el caso de Asturias que se encuentra en estudio.
“Una acción contundente y urgente ahora nos ayudará a mantener los niveles de transmisión bajos, a aliviar la carga sobre el sistema sanitario y mantener a las personas vulnerables seguras durante las vacaciones”, instaba esta semana a los ministros de sanidad europeos Andrea Ammon, directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).