Investigadores del hospital Charité de Berlín han asociado la infección por SARS-CoV-2 con una miopatía inmunomediada, según han publicado en la revista JAMA Neurology. A partir de una serie de autopsias a personas fallecidas por Covid-19 y a fallecidos por otras enfermedades, la investigación ha concluido que las personas contagiadas tenían una puntuación patológica general más alta y una mayor puntuación de inflamación.
La serie de autopsias se realizó a 43 pacientes con Covid-19 y 11 pacientes con otras enfermedades críticas distintas a la derivada por SARS-Cov-2 que habían fallecido entre marzo de 2020 y febrero de 2021 en un intervalo post mórtem inferior a 6 días. A todos ellos se les realizó un análisis del músculo esquelético y de inflamación cardiaca para dar respuesta al dolor muscular y la debilidad, que a menudo se asocian con incrementos de la creatina cinasa, un marcador de lesión del músculo esquelético, que se han notificado en pacientes con Covid-19, especialmente en aquellos con la enfermedad severa.
Según los resultados alcanzados durante la investigación, el 60% de las personas con Covid-19 grave mostraron signos de miositis que iban de leves a graves. La inflamación era más pronunciada en aquellos pacientes que contaban con SARS-CoV-2 y enfermedades crónicas que aquellos que solo tenían una de esas dos patologías.
Los investigadores relacionaron la inflamación de los músculos esqueléticos con la duración de la enfermedad
En concreto, las muestras de músculo esquelético de los pacientes que murieron con Covid-19 mostraron una puntuación patológica general más alta (media [DE, 3,4 [1,8] frente a 1,5 [1,0]; IC del 95%, 0-3; P <0,001) y una mayor puntuación de inflamación (media [DE], 3,5 [2,1] frente a 1,0 [0,6]; IC del 95%, 0-4; P <0,001). Además, se observó una regulación al alza de antígenos del complejo mayor de histocompatibilidad de clase I en 23 de 42 especímenes de COVID-19 (55%); se observó regulación al alza de antígeno del complejo mayor de histocompatibilidad de clase II en siete de 42 especímenes (17%). Cifras que no se encontraron en el grupo de control.
Ante estos datos, los investigadores relacionaron la inflamación de los músculos esqueléticos con la duración de la enfermedad, y señalaron que fue más pronunciada que la inflamación cardíaca.
Los investigadores concluyeron que su estudio “sugiere que el SARS-CoV-2 puede estar asociado con una miopatía posinfecciosa inmunomediada”. Y añadieron que en futuros estudios “será necesario determinar si estos hallazgos pueden extrapolarse a los cuadros más leves de la enfermedad y potencialmente explicar los síndromes de fatiga muscular crónica que se describen en los síndromes de COVID-19 posagudos y si intervienen los mecanismos autoinmunitarios".
La investigación fue respaldada por el programa de investigación e innovación Horizon 2020 de la Unión Europea a través de RECOVER, el Ministerio de Salud Alemán y el Ministerio Federal Alemán de Educación e Investigación.