La compra de miles de test de detección del coronavirus SARS-CoV-2 defectuosos por parte del Ministerio de Sanidad ha puesto a Salvador Illa, titular de esta cartera, contra las cuerdas.
España se erige como uno de los principales focos actuales de la pandemia y la presión que esto supone para el Gobierno, ha obligado a Pedro Sánchez a "apartar" a Illa del operativo encargado de la adquisición de materiales sanitarios en el mercado internacional. Una misión que ahora recae en Reyes Maroto, ministra de Industria.
Tal y como han confirmado fuentes cercanas a Moncloa a Vozpópuli, la pasada semana dejó a Illa totalmente derrotado. El ministro de Sanidad ha mostrado su impotencia ante una crisis sanitaria que se está viendo desbordada, y que parece complicada de resolver con los recursos humanos y económicos con los que cuenta.
La principal razón de esta fotografía reside en la formación del Gobierno de coalición por parte de Sánchez con Unidas Podemos. El punto de unión de esta coalición política encuentra su origen en la exigencia por parte de la formación liderada por Pablo Iglesias de cinco ministerios.
Sanidad fue uno de los principales afectados con el reparto de carteras entre Pablo Iglesias (ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030), Irene Montero (ministra de Igualdad) y Alberto Garzón (ministro de Consumo)
De esta forma Sanidad fue uno de los principales afectados con el reparto de carteras entre Pablo Iglesias (ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030), Irene Montero (ministra de Igualdad) y Alberto Garzón (ministro de Consumo).
Tres ministerios con los que Iglesias selló su coalición pero que han dejado al Ministerio de Sanidad con un presupuesto ya de por sí mermado como consecuencia de los recortes que ha venido sufriendo en los últimos años por los distintos gobiernos.
EL PAPEL DEL MINISTERIO DE INDUSTRIA
Pedro Sánchez es plenamente consciente de que este tipo de decisiones que le aseguraron la Moncloa le pasarán factura política ante la mayor crisis sanitaria que nuestro país ha vivido en su historia reciente.
El pasado martes éramos testigos de una rueda de prensa en la que, por primera vez en esta crisis, la ministra de Industria Reyes Maroto acompañaba al titular de Sanidad. Su discurso se centró en el confinamiento de los españoles y en tranquilizar sobre el abastecimiento. Ni una sola mención a su destacado papel al frente de las compras del material sanitario a China y a otros países.
Tal y como informan desde Vozpópuli, 24 horas después de la citada rueda de prensa, Reyes Maroto mantuvo una conversación con Zhong Shan, ministro de Comercio de China. La ministra de Industria se erige como una pieza clave en las relaciones comerciales con el país asiático si tenemos en cuenta que desde hace meses trabaja con varias empresas españolas que han mostrado su firme interés en su expansión en China, así como de empresas chinas que quieren entrar en el mercado europeo.
La ministra de Industria se erige como una pieza clave en las relaciones comerciales con el país asiático si tenemos en cuenta que desde hace meses trabaja con varias empresas españolas que han mostrado su firme interés en su expansión en China
He aquí la gran diferencia entre la gestión de Illa y Maroto. Mientras que el titular de Sanidad adquirió más de 640.000 test a través de un intermediario (empresa nacional) que se encargó de la compra de las pruebas que finalmente resultaron defectuosas a China, Reyes Maroto es la que, en primera persona, mantiene las conversaciones con Pekín.
Un viraje en la estrategia de Sánchez en la sombra que se ve reforzado en el escenario público, aunque no se haya comunicado como tal, con el importante papel que el Ministerio de Industria está jugando en la reconversión del tejido industrial español para poder hacer frente a la crisis sanitaria.
Una estrategia que, por el momento, está demostrando su eficacia como demuestra la llegada de aviones diarios cargados de material.
ESPAÑA NO ESCUHÓ A LA OMS Y A LA UE
La epidemia está golpeando con una virulencia extrema a España. Ante los datos que conocemos cada día, son cada vez más los españoles que se preguntan si el Gobierno podría haber hecho más para paliar sus efectos.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió no hacer caso a las recomendaciones que desde la Unión Europea (UE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) efectuaron a principios del pasado mes de febrero.
Estas aconsejaban que, ante los primeros movimientos del virus en el viejo continente, los países deberían abastecerse de materiales sanitarios de protección para garantizar la seguridad del personal sanitario.
Moncloa incluyó estas recomendaciones en los informes realizados por la epidemia, pero no se ejecutaron las compras aconsejadas por la UE y la OMS
Cierto es que Moncloa incluyó estas recomendaciones en los informes realizados por la epidemia, pero no se ejecutaron las compras aconsejadas por la UE y la OMS. Unas recomendaciones que se efectuaron el 3 de febrero y más tarde, el día 11, el Ministerio de Sanidad no vio oportuno aprovechar los avisos de la OMS para comprar equipamiento. Una decisión a la que finalmente sí dieron el visto bueno cuatro semanas después.
Dos días después, el 13 de febrero, los socios europeos determinaron como necesaria la vigilancia del riesgo de desabastecimiento de medicamentos y equipos importados de China. Illa se desmarcó de esta decisión señalando que “España tenía suficiente suministro de equipos personales en este momento”.
"Y se está trabajando para seguir asegurando existencias en caso de una ampliación del brote", concluía el comunicado de Sanidad. Tal y como señalan desde el diario El Mundo, este hecho no se materializó hasta el 14 de marzo con la declaración del Estado de Alarma.
Las compras podían haberse realizado en cualquier momento. Especialmente, el 30 de enero. Día en el que el Ministerio de Sanidad asumía la “vigilancia de salud pública”, después de que la OMS emitiese una alerta de emergencia internacional
Las compras podían haberse realizado en cualquier momento. Especialmente, el 30 de enero. Día en el que el Ministerio de Sanidad asumía la “vigilancia de salud pública”, después de que la OMS emitiese una alerta de emergencia internacional dirigida también a todos los países europeos.
LAS CONSECUENCIAS DE LA GESTIÓN
España atraviesa una clara crisis de abastecimiento de materiales sanitarios de protección y recursos. Muchas Comunidades Autónomas muestran su malestar ante la escasez de recursos y el número de profesionales sanitarios contagiados supera los 13.000.
El número de contagiados en España ha superado con creces la barrera de los 100.000 y las UCI se presentan debido a su saturación y la posibilidad de traslado de pacientes entre Comunidades Autónomas está cada día más cerca de materializarse.
La gestión expuesta en estas líneas apunta a una sola dirección: ¿será Illa la cabeza de turco del Gobierno? Todo parece apuntar a que, como titular de Sanidad, puede ser la principal opción que ya se esté barajando desde Moncloa.