Araceli Hidalgo, a sus 97 años, se convirtió el pasado 27 de diciembre de 2020 en la primera persona vacunada de Covid-19 en España. Han pasado ocho meses desde que comenzamos este pulso contra el virus que llegó a matar más de mil personas al día en nuestro país. Hoy, el 67,9% de la población está inmunizada frente al SARS-CoV-2. Pero ¿lo sigue estando todos aquellos que se vacunaron primero?
Para la inmunóloga y vicepresidenta de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Eva Martínez Cáceres, la respuesta es clara: “Ocho meses después de la vacunación, la mayoría de las personas sigue tenido anticuerpos y además inmunidad celular frente a la Covid”. Sin embargo, en determinados grupos como personas trasplantadas se ha comprobado que dos dosis no eran suficientes para producir una buena respuesta inmune. De forma que administrar una de refuerzo ha demostrado mejorar su respuesta inmune de forma efectiva. Así, diferentes países como Alemania, Francia o Reino Unido se preparan para administrar una tercera dosis a partir de septiembre.
Efectivamente, algunas personas no han conseguido generar la respuesta inmune deseada tras la pauta completa. Sin embargo, esto no significa que estos pacientes estén tan desprotegidos frente al SARS-CoV-2 como cuando no estaban vacunados. Así lo explica la inmunóloga: “Aunque no se detecten anticuerpos en algunas personas después de la vacunación, se les tiene que mirar la inmunidad celular.Como explica la especialista, las células de la inmunidad celular no solo generan anticuerpos, poseen otra propiedad: tienen memoria. “Cuando una persona recibe la vacuna se generan anticuerpos, pero por otro lado se generan células de memoria. Hace que cuando vuelvas a tener contacto con el Covid, la respuesta que darás en un segundo contacto será más rápida e intensa”.
Se desconoce qué tipo de inmunidad se genera tras la vacunación en los grupos de riesgo
De la misma forma, el secretario de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y especialista en medicina preventiva y salud pública, Federico Arribas Monzón, indica también que no partimos como al principio: “Como colectivo tenemos un reconocimiento del virus, con lo cual ya no estamos en una situación de punto cero”.
Sin embargo, desde la SEI recuerdan que se carece de estudios que demuestren esto. “En muchos países ya se están haciendo para ver realmente qué tipo de inmunidad tras la vacunación se genera en los grupos de riesgo. A lo mejor no es lo mismo un paciente trasplantado de hígado que un paciente que está recibiendo quimioterapia frente a un cáncer de próstata, por ejemplo”, indica la inmunóloga. Y así administrar una dosis de refuerzo en aquellos que realmente lo necesiten. “Se pueden hacer estudios para conocer esto. Aunque tengo la sensación de que, si buscamos esa inmunidad celular en estos grupos, la encontraremos”, señala Eva Martínez Cáceres.
EL GRUPO PROTEGE AL INDIVIDUO
Más allá de esa inmunidad celular, contamos con otra ventaja, el alto número de personas vacunadas en España. “Está claro que cuanto más gente vacunada haya, menos infecciones habrá. Eso ya se sabe. Las personas vacunadas contagian menos. Todo eso ayuda”, indica la inmunóloga.
Aparte de esto, desde la Sociedad Española de Epidemiología plantean que, antes de inocular una dosis de refuerzo generalizada, sería más adecuado hacer llegar la vacuna a países del tercer mundo. “El problema que podemos tener es que si no se vacunan puede surgir una mutación a la que las vacunas actuales no sean capaces de controlar. Hacemos hincapié en intentar que los países sean solidarios con el tercer mundo y a nivel de país, plantear en qué grupos concretos hacer una intervención extra”, explica Federico Arribas Monzón.