Estas son algunas de las grandes mentiras sobre la pandemia que circulan en redes sociales

Diversas teorías basadas en la conspiración, un plan global para enriquecer a unos pocos y reducir la población mundial o el uso de desinfectantes, entre las más compartidas en redes sociales.

Una mujer joven con mascarilla usa su teléfono móvil (Foto: Freepik)
8 agosto 2021 | 00:00 h
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Desde la aparición de los primeros casos de COVID-19 los bulos y mentiras sobre el SARS-CoV-2 han corrido como la pólvora a través de internet, redes sociales y servicios de mensajería instantánea como WhatsApp. Con el inicio de las campañas de vacunación masiva en todo el mundo la desinformación y las fake news se han convertido en una peligrosa pandemia que está costando vidas.

La Comisión Europea ha hecho públicos los resultados de los últimos informes elaborados por las empresas firmantes del código ético de la Unión Europea (Google, Facebook, Microsoft, Twitter y TikTok) y, los datos, son preocupantes: en solo un mes estas compañías afirman haber detectado más de 100.000 bulos relacionados con el coronavirus y las vacunas, tal y como informan desde eldiarios.es.

El movimiento negacionista del virus ha ganado fuerza con la llegada de las vacunas. Sus intentos por hacerse oír en todas las plataformas y medios son incesantes y han ido en aumento. En un mundo en el que la inmediatez en el acceso a las noticias y contenidos, sumado a la falta de hábito del público general de contrastar las fuentes y profundizar más allá de los titulares, las informaciones falsas, sesgadas y sin fundamento científico se convierten en un peligro.

La única forma de combatirlas es la información veraz, los datos contrastados extraídos de la evidencia científica y el uso de fuentes oficiales. Por este motivo a lo largo de estas líneas se van a recopilar algunos de los principales bulos y mitos sobre el coronavirus que circulan desde hace meses en redes sociales e internet.

Para muchas personas seguramente parezcan obviedades a las que nadie daría pábulo, pero el problema es que si las hay. Y, lo peor de todo, es que intentan convencer de su falsa verdad de forma vehemente al creerse en posesión de los conocimientos y datos necesarios para demostrar al resto que lo que ellos afirman, sin base científica alguna, es la realidad y el resto estamos siendo víctimas, en la mayoría de las ocasiones, de una conspiración mundial con diversos fines en función del iluminado que te esté intentando convencer.

A continuación, se recogen algunos de los principales bulos recopilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) acompañados de su pertinente explicación basada en la evidencia científica:

Tomar suplementos de vitaminas y minerales cura la COVID-19

El uso de suplementos vitamínicos o de minerales son fundamentales para el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico y desempeñan un papel fundamental en nuestra salud y bienestar nutricional, pero no existe evidencia alguna que sugiera que su consumo sea un tratamiento efectivo a la hora de curar la enfermedad provocada por el coronavirus.

Utilizar mascarillas de forma prolongada causa intoxicación por CO2 y deficiencia de oxígeno

Todos somos conscientes de que el uso de las mascarillas durante un tiempo prolongado puede llegar a ser incómodo. Pero, en ningún caso, provocan intoxicaciones por C02 ni generan insuficiencia de oxígeno en nuestro organismo.

Todos somos conscientes de que el uso de las mascarillas durante un tiempo prolongado puede llegar a ser incómodo. Pero, en ningún caso, provocan intoxicaciones por C02 ni generan insuficiencia de oxígeno en nuestro organismo

Si se utilizan las mascarillas de forma adecuada y aquellas homologadas no existe ningún problema. Cabe recordar que estamos hablando de uno de los mecanismos más eficaces a la hora de evitar contagiar y contagiarnos.

Además, es necesario recordar, después de más de un año y medio de pandemia, que estas deben cubrir totalmente boca y nariz.

El uso y/o consumo de desinfectantes como lejía protege de la COVID-19

La OMS recalca que “bajo ninguna circunstancia rocíe o introduzca lejía o cualquier otro desinfectante en su cuerpo”. Esto puede ser tóxico y causar serios problemas de salud. Los desinfectantes únicamente deben emplearse en la limpieza de superficies.

La pandemia ha sido provocada por la expansión del 5G

Las teorías sobre la COVID-19 y el 5G han sido varias a lo largo de la pandemia. La última en circular en internet tiene como protagonista a un supuesto doctor llamado Thomas Cowan que afirma en una conferencia que la pandemia ha sido causada por la expansión de la tecnología 5G. según sus explicaciones todas y cada una de las grandes epidemias o pandemias a las que ha tenido que hacer frente la Humanidad encuentran su origen en un “salto cuántico” en la electrificación de la Tierra.

Tal y como explican en maldita.es el supuesto doctor afirma que “los virus son la excreción de una célula intoxicada”, en este caso por el 5G. Una teoría que carece de cualquier sustento científico y no existe ninguna evidencia de que los campos electromagnéticos afecten a nuestra salud. “La exposición cotidiana a los campos electromagnéticos de baja intensidad no parece tener efectos sobre la salud”, afirma la OMS.

“Los virus no pueden viajar por las ondas de radio/redes móviles”, afirma la OMS indicando que el virus se ha extendido en muchos países sin redes móviles 5G

Aunque el organismo de la ONU reconoce que existen lagunas sobre este tema, en ningún caso puede relacionarse el “aumento de la electrificación de la Tierra” con pandemia como la provocada por el SARS-CoV-2.

“Los virus no pueden viajar por las ondas de radio/redes móviles”, afirma la OMS indicando que el virus se ha extendido en muchos países sin redes móviles 5G.

El virus ha sido creado en un laboratorio

Esta es una de las teorías más asentadas. Los orígenes del SARS-CoV-2 continúan siendo un misterio. Recientemente la OMS reconocía que no había tenido suficientemente en cuenta esta posibilidad por lo que reclamaba a China mayor transparencia para continuar su investigación sobre los orígenes del virus. Una afirmación que no ha sentado nada bien a las autoridades chinas que se han negado a que la investigación de la OMS continúe si da pábulo a ese tipo de teorías.

Hasta el momento la comunidad científica coincide a la hora de señalar como el origen más probable del virus una zoonosis, es decir, un virus que se transmite de forma natural de los animales a los seres humanos y viceversa. Una conclusión a la que también llegaron la OMS y China en la primera fase de su investigación conjunta.

Hay gran cantidad de evidencia científica que ha demostrado que las PCR no son capaces de detectar otros virus como el de la gripe

La evidencia indica que los coronavirus (recordamos que el SARS-CoV-2 es el séptimo del que se tiene constancia con capacidad para infectar a los seres humanos) tienen una gran facilidad para romper las barreras entre especies. Se han identificado infecciones en varias especies y lo que todavía se desconoce es el reservorio que actúo como eslabón para dar el salto a los humanos.

Las PCR no son válidas porque también detectan otros coronavirus e infecciones

Los principales componentes con los que se fabrican las PCR han sido diseñados específicamente para que detecte los genes del SARS-CoV-2. Los diferentes coronavirus, a pesar de compartir una familia común, no poseen genes idénticos en sus secuencias. Además, hay gran cantidad de evidencia científica que ha demostrado que las PCR no son capaces de detectar otros virus como el de la gripe.

Operación planificada para enriquecer a unos pocos

Uno de los grandes bulos sobre la pandemia es el que afirma que se trata de una operación planificada que tiene como objetivo enriquecer a unos pocos a través de las vacunas. Estas contendrían unos microchips que podrían controlarnos a todos. Una teoría sin pies ni cabeza que ha sido alimentada por famosos como Miguel Bosé.

Esta mentira puede presentarse con otras variantes como aquella que señala que el virus ha sido creado para reducir la sobrepoblación mundial o esterilizar a una parte de la población mediante las vacunas.  

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