Un nuevo estudio realizado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ha revelado que los medicamentos más utilizados para tratar la hipertensión arterial no suponen un mayor riesgo para las personas con Covid-19, tal y como algunos expertos temían.
Dos medicamentos utilizados para bajar la presión arterial llamado inhibidores de la ECA y BRA han estado siendo analizados después de que el citado centro informará el pasado mes de abril de que el 72% de los pacientes hospitalizados con Covid-19 con edades por encima de los 65 años, tenían hipertensión.
Se cree que estos medicamentos aumentan su efectividad y actividad a través de las mismas vías biológicas que emplea la Covid-19 para atacar a los pulmones.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford había recomendado que algunos pacientes dejaran de tomar estos medicamentos hasta que no se conocieran mejor los riesgos. Una decisión que no ha sido compartida por muchos pacientes y que el Centro Johns Hopkins para la Seguridad y Efectividad de los Medicamentos de Baltimore ha calificado como “una de las cuestiones clínicas más importantes”.
Se cree que estos medicamentos aumentan su efectividad y actividad a través de las mismas vías biológicas que emplea la Covid-19 para atacar a los pulmones
El nuevo estudio no ha encontrado evidencia de un aumento clínicamente significativo de riesgo de cursar la Covid-19 con mayor gravedad o de requerir hospitalización debido al uso de estos medicamentos, en comparación con otros tratamientos empleados para la hipertensión.
“Nuestros hallazgos son bastante tranquilizadores”, explica en declaraciones a Reuters Marc Suchard, bioestadista de la Universidad de California y director del estudio. “Tomar estos medicamentos es tan seguro como el resto de tratamientos contra la hipertensión en términos de incremento de riesgo a la hora de infectarse por la Covid-19”.
Este estudio se suma a una larga lista de investigaciones sobre diversos medicamentos utilizados para tratar múltiples patologías sobre los que se ha determinado que ni incrementan ni reducen los riesgos a la hora de padecer la enfermedad causada por el nuevo SARS-CoV-2.