Mucho se ha hablado durante lo que va de la pandemia de Covid-19 sobre qué mascarillas protegen más y mejor: quirúrgicas o FFP2. ConSalud.es ha entrevistado recientemente a Luis Gil, secretario general de la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (Asepal) que incide en cuáles son las mascarillas recomendadas para proteferse del coronavirus SARS-CoV-2.
"Para la población general recomendaría fundamentalmente el uso de mascarilla quirúrgica, están sometidas a una regulación y al ser de un solo uso pueden ayudar a contener el virus que es lo relevante en esta situación. Quiero recalcar esto último, que las mascarillas son productos de un solo uso, su protección está limitada y eso a la gente le cuesta entenderlo y acabas viendo por la calle como algunas personas le dan un uso más prolongado de lo que deberían", explica Luis Gil.
"Hay que tener en cuenta que es importante que la mascarilla se ajuste adecuadamente... Si no es adecuado puede generar una sensación de falsa protección"
Además, en cuanto a la supuesta recomendación acerca de que el uso de FFP2 protege más, el portavoz de la entidad asegura: "Hay que tener en cuenta que es importante que la mascarilla se ajuste adecuadamente, su protección está ligada a la capacidad de ajuste y hermetismo. El tener barba o vello fácil puede obstaculizarlo. Si el ajuste no es el adecuado, aunque usemos una FFP2, la mascarilla no está protegiéndonos como debería ser y puede generar una sensación de falsa protección".
Para Luis Gil no es cuestión solo de utilizar una mascarilla quirúrgica o una FFP2. "El uso adecuado de estas es fundamental para garantizar una buena protección", señala.
MASCARILLAS HIGIÉNICAS, QUIRÚRGICAS Y FFP2
La patronal recuerda que las mascarillas higiénicas y las quirúrgicas están destinadas a evitar la dispersión de las gotas respiratorias en las que se transportan patógenos como el SARS-CoV-2 mientras que las mascarillas autofiltrantes (FFP2 y FFP3) evitan la respiración de aerosoles que pueden contener los patógenos.
La mascarillas autofiltrantes evitan la inhalación de las partículas sólidas presentes en el medio que amenazan la seguridad y salud de la personas que las llevan puestas y son por tanto las únicas efectivas en espacios cerrados.
El filtro de estas mascarillas debe ser capaz de filtrar, al menos, el 94% de las partículas sólidas presentes en el medio. Al ser un EPI de categoría III, las mascarillas FFP2 y FFP3 deben llevar marcado CE con el símbolo de cuatro dígitos del organismo notificado que realiza la evaluación de la conformidad.
El marcado CE debe representarse sobre el propio equipo o, si resulta imposible, en su embalaje. Asimismo, los EPI deben incluir tanto los marcados, como los pictogramas y avisos obligatorios. Estos elementos informan del tipo y nivel de protección que brinda el EPI. Además, los EPI deben ir acompañados de un folleto informativo que, en España, debe comercializarse al menos en castellano. En este documento debe detallarse minuciosamente cómo ofrece protección el EPI, y los límites que tiene esta protección.
Las mascarillas quirúrgicas son un medio eficaz para reducir la emisión de agentes infecciosos a través de la nariz o de la boca, y lleva usándose con éxito durante décadas en quirófanos y otros entornos médicos. Están previstas para reducir el riesgo de propagación de infecciones en situaciones epidémicas o pandémicas. Al ser un dispositivo médico, también deben llevar el marcado CE.
Por su parte, las mascarillas higiénicas complementan las medidas higiénicas en personas sanas. Al cubrir la nariz, boca y barbilla, evitan la dispersión de gotas respiratorias. No deben llevar marcado CE ya que ni son un EPI ni un dispositivo médico.