De acuerdo con los últimos datos hechos públicos por Our World in Data, 3.847 millones de personas en todo el mundo han recibido ya, al menos, una dosis de las vacunas contra la Covid-19. Esto supone algo más del 49% de la población mundial. A pesar de que se ha registrado en las últimas semanas un descenso del ritmo de nuevas inyecciones, el número total de dosis administradas se encuentra ya por encima de los 6.900 millones. Alrededor de 200 países y territorios han iniciado ya sus campañas de vacunación masiva contra la Covid-19.
Unos datos positivos si tenemos en cuenta el corto espacio de tiempo en el que se han desarrollado los sueros desde la aparición de los primeros caso de Covid-19. Un hito científico a nivel internacional del que no se están beneficiando de la misma forma todas las naciones. Antes incluso de que las vacunas recibiesen la autorización para su comercialización de emergencia, los países con mayores recursos ya habían firmado acuerdos de suministro de los sueros más prometedores atendiendo a los resultados que se iban conociendo de los ensayos clínicos. Un ejemplo perfecto lo encontramos en la Unión Europea. Los Veintisiete apostaron por un sistema de compras centralizado con la UE como cabeza negociadora para después distribuir los viales de forma equitativa entre los Estados miembros atendiendo a criterios poblacionales.
La fotografía que muestra el viejo continente, con el 69% de su población con al menos una dosis de las vacunas inoculadas, dista mucho de la realidad que se vive en otras regiones del mundo. Especialmente en el momento epidemiológico en el que nos encontramos. En cuanto al resto de continentes vemos que el 56% de los habitantes de Oceanía ya cuentan con al menos una dosis. Mismo porcentaje que el reportado por Asia, mientras que en América Latina es del 67% y del 60% en Norteamérica.
La mayoría de los países con más recursos han vacunado prácticamente a toda su población elegible, por lo que ya han comenzado a administrarse refuerzos de las vacunas. En algunos casos se administran a grupos vulnerables frente al virus como los pacientes con sistemas inmunes comprometidos o poblaciones de edad avanzada con el objetivo de lograr el desarrollo de una respuesta inmunológica lo más sólida posible. Pero algunos países han iniciado la inoculación de dosis de refuerzo a la población general. Mientras, las naciones de medianos y bajos ingresos apenas han avanzando sus estrategias de inmunización contra la Covid-19.
Un cálculo rápido tomando como referencia los más de 6.800 millones de dosis inoculadas en todo el mundo se traduce en que tres de cada cuatro habitantes del planeta podría haber recibido ya una dosis de las vacunas contra la Covid-19
Retomando los datos publicados por Our World in Data y en base a los países del continente que aportan datos relativos a la vacunación frente al SARS-CoV-2, apenas se ha inmunizado al 8,7% de las personas que viven en África. El acceso y la distribución de los sueros es cada vez más desigual. Un cálculo rápido tomando como referencia los más de 6.800 millones de dosis inoculadas en todo el mundo se traduce en que tres de cada cuatro habitantes del planeta podría haber recibido ya una dosis de las vacunas contra la Covid-19.
El pasado 13 de octubre el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, criticaba el hecho de que algunos países estén inoculando dosis de refuerzo porque “están impidiendo que otros países vacunen a sus poblaciones de mayor riesgo”. “La oferta es limitada. Al final esto es un juego de suma cero”, aseveraba.
“Los países del G20 deben cumplir con sus compromisos de distribución de dosis de inmediato”
El máximo dirigente de la agencia de la ONU pedía a los países y fabricantes que controlan el suministro mundial de las vacunas contra la Covid-19 que prioricen el suministro a COVAX y AVAT. La OMS ha fijado el ambicioso objetivo de contar con el 40% de la población global completamente inmunizada frente a la Covid-19 antes de que finalice el año.
“Los países del G20 deben cumplir con sus compromisos de distribución de dosis de inmediato”, aseveraba el director general de la OMS, reiteraba en rueda de prensa el pasado 22 de octubre.
Gordon Brown, embajador de la OMS para el Financiamiento Mundial de la Salud declaraba que si los países más ricos no son capaces de movilizarse para un transporte aéreo de vacunas a las naciones en desarrollo, “una negligencia en el cumplimiento del deber epidemiológico y económico nos avergonzará a todos”.
Todavía existe un déficit de alrededor de 500 millones de dosis de las vacunas contra la Covid-19 para alcanzar el objetivo de inmunización de la OMS. Brown criticaba que, mientras continúan sin llegar dosis suficientes a las naciones con medianos y bajos ingresos, Occidente cuenta con más de 240 millones de dosis que no se están utilizando.
Los expertos han repetido hasta la saciedad que, en esta pandemia, nadie estará a salvo hasta que todos lo estemos. La inmunidad contra el SARS-CoV-2 debe extenderse ampliamente por todo el mundo ya que, cuanto mayor sea la circulación del coronavirus, mayores serán las posibilidades de que continúe mutando y pueda surgir alguna variante con escape inmunitario.