A la alegría de ser madre se suma ahora la inquietud y la preocupación generada por el coronavirus. Sentimientos encontrados que se repiten una y otra vez entre las mujeres que están a punto de dar a luz o acaban de hacerlo.
Hace poco más de una semana, el 7 de abril, María José Sanz trajo al mundo a su segunda hija. Pese a hacerlo en Madrid, una de las comunidades más castigadas por el Sars-CoV-2, su bebé nació en su centro de referencia, el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda. Días antes, ella misma tuvo que asegurarse de que esto fuese así, “me llegaron mensajes alertándome de posibles cambios de hospital”, cuenta en una entrevista telefónica concedida a ConSalud.es. La respuesta la tranquilizó, “me contestaron al correo y me llamó una ginecóloga. En ambos casos me confirmaron que todo seguía según lo previsto. Además, me explicaron el procedimiento para acceder al hospital y las medidas a tener en cuenta”.
“Cuando me puse de parto fui a Urgencias y un celador me llevó a monitores. En ese momento me hicieron la prueba de detección del virus”
María José tenía que entrar por Urgencias. Una vez allí, la derivarían a una zona especial para no tener contacto con el área de los Covid-19. Y así fue. “Cuando me puse de parto fui a Urgencias y un celador me llevó a monitores. En ese momento me hicieron la prueba de detección del virus”.
Si la paciente es positiva en coronavirus, el protocolo de este hospital señala que la mujer dé a luz en una zona habilitada para estos casos. Al finalizar, el bebé se queda en Neonatología donde le realizan la prueba del Covid-19; si es positiva, permanecerá en esta área, si es negativa, volverá con la madre y esta deberá utilizar mascarilla para darle el pecho.
En caso de que la mujer haya dado negativo, no hay grandes diferencias: el parto se realiza con normalidad y podrá estar acompañada en el paritorio. María José, pese a no recibir el resultado de la prueba hasta después de dar a luz, no presentaba síntomas y fue atendida como paciente negativa.
EL POSTPARTO
Con su hija en brazos, María José fue trasladada a planta donde permaneció 24 horas, acompañada siempre por su marido. Para evitar una estancia prolongada, salvo complicaciones, las pacientes reciben el alta precoz, “en mi caso todo fue bien y a las 24 horas recibí el alta con el informe de la matrona, el ginecólogo y el pediatra”. No obstante, al día siguiente tuvo que regresar al hospital para realizar la prueba del talón a la pequeña.
Siguiendo las recomendaciones de los médicos, dos días más tarde María José acudió a su centro de salud para una consulta con el pediatra, “te obligan a llevar mascarilla y guantes. Además, tienes que desinfectarlos al entrar y al salir”. Todo estaba bien, motivo por el que desde entonces continúa con las revisiones vía telefónica.
Pese a las circunstancias, María José recuerda el día de su parto con tranquilidad y muestra su agradecimiento a los profesionales sanitarios, “la atención al bebé es muy buena”. No obstante, no ocurre lo mismo con la madre, “a nosotras nos dan la justa y necesaria”. Un hecho que cree, puede generar problemas: “en el caso de madres primerizas tiene que ser duro. Cuando dí a luz a mi primera hija, hace dos años, recibí recomendaciones de la matrona de forma constante. Esta vez solo puedes recurrir a ella para asuntos muy muy urgentes”, concluye.