La mayoría de la gente piensa que la agorafobia es simplemente temor a los espacios abiertos, pero no. Rubén Casado, fundador y coordinador de la Asociación Madrileña de Agorafobia (Amadag) la define como “un miedo muy intenso a encontrarte en lugares públicos en los que, por ti mismo, ves que serías incapaz de escapar y una vergüenza insoportable a que otros puedan llegar a presenciar lo que te ocurre”. Esta evitación a exponerse a situaciones en pro de una tranquilidad, conduce a una reducción paulatina de las actividades vitales de la persona, pudiendo quedar confinada en casa en los casos más graves.
Desde el 14 de marzo, cuando el Gobierno decretó el Estado de alarma, toda España puede entender lo que sienten estas personas. Nadie puede salir a la calle y no por falta de ganas. Antes de todo esto, las personas con agorafobia ya se entrenaban para mejorar su estancia en casa. Con el objetivo de responder a las inquietudes que los ciudadanos puedan plantearse, ConSalud.es ha contactado con Amadag para que de alguna manera nos expliquen cómo gestionar el tiempo durante la cuarentena.
Organizar nuestro día y las actividades que desarrollaremos resulta imprescindible para mejorar la estancia en casa
“Para abordar este sentimiento es importante distinguir y aceptar hasta dónde uno puede ejercer el control, y a partir de dónde las circunstancias no dependen de nosotros”, explica el fundador y coordinador. “Si nos dejamos llevar a la deriva por estos sentimientos, sin programar qué es importante llevar a cabo en nuestro día a día, es posible que terminemos envueltos en una espiral de preocupaciones y pensamientos desadaptativos”.
Casado señala que lo importante es centrar nuestra atención en organizar nuestro día y actividades, “observemos qué nos hace sentir mejor y qué no a la larga. Ahí es donde tenemos el control: qué rutinas establecemos (si cuidamos nuestros horarios de sueño, alimentación e higiene), cómo diferenciamos el tiempo de teletrabajo del de ocio, qué tipo de ocio consumimos (si es únicamente pasivo como ver la televisión, o si también realizamos ocio activo como escribir, pintar o leer un libro que estimule la imaginación o jugar a juegos de mesa en compañía), cuánta cantidad de información consumimos y de qué tipo, etc”. Y recuerda: “somos dueños de nuestro propio tiempo y de qué hacer con él”.
¿CÓMO EVITAR UNA ESCALADA DE FOBIA SOCIAL?
España está del revés. Calles, colegios, bares, tiendas y oficinas permanecen vacíos. En estos días en los que el mundo exterior puede llegar a ser potencialmente peligroso, son muchas las personas que desarrollan temor a salir de casa. Un distanciamiento social que puede ser el detonante de este tipo de fobias.
Para saber cuándo estamos ante un trastorno del comportamiento hay que conocer los síntomas. A este respecto, Casado señala que en este tipo de personas existe un miedo profundo a experimentar un ataque de pánico, el cual viene acompañado de “mareos, aceleración cardíaca, presión en el pecho, vómitos, pérdida de control de esfínteres, despersonalización o desrealización, entre otros.”. La persona interpreta que esta sintomatología tendrá consecuencias peligrosas y catastróficas, ya sean de tipo físico o relacionadas con lo social.
Para aprender a gestionar todos estos medios, y aprovechando estas semanas de confinamiento, Amadag ofrece talleres online gratuitos que cuentan con grandes expertos como invitados.