¿Deben vacunarse contra la Covid-19 las mujeres que están en periodo de lactancia? ¿Pueden vacunarse aquellas mujeres que tengan planeado quedarse embarazadas a corto plazo? Estas son dos de las cuestiones que más dudas generan a la hora de hablar de inmunización frente a SARS-CoV-2 y mujeres. Actualmente las vacunas que están inoculando en gran parte del mundo no contemplan entre los grupos a vacunar a las embarazadas, salvo que se trate de casos de alto riesgo. El motivo reside en algo tan simple como que no se ha contado con la participación de estas en los ensayos clínicos que han precedido a la autorización comercial de emergencia de cada uno de los sueros.
“Las mujeres que han dado a luz y están amamantando a sus bebés pueden recibir la vacuna cuando esté disponible para su grupo de edad”, afirma de forma rotunda la doctora Soumya Swaminathan, científica jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “No existe ningún riesgo porque todas las vacunas que se utilizan actualmente, ninguna contiene el virus activo. Por lo tanto, no hay riesgo de transmisión a través de la leche materna”, recalca.
La doctora explica que los anticuerpos que genera una madre tras la vacunación “pueden pasar al bebé a través de la leche materna”. Señala que es posible que estos solo ofrezcan “cierta protección” al pequeño, pero “no hay absolutamente ningún riesgo”.
En relación a las mujeres que tienen pensado quedarse embarazadas a corto plazo la experta considera que se trata de “una situación muy especial”, ya que no solo está en juego la salud de la futura madre sino también la del bebé. “Cualquier medicamento o vacuna que se administre durante el embarazo, siempre debemos tener especial cuidado para asegurarnos de que ya se sabe que no genera ningún problema potencial de seguridad ni efecto adverso”.
“Las mujeres que han dado a luz y están amamantando a sus bebés pueden recibir la vacuna cuando esté disponible para su grupo de edad”
En el caso de la Covid-19 “sabemos que las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de desarrollar Covid-19 grave y también un mayor riesgo de parto prematuro”. Partiendo de esta base señala que los beneficios de recibir la vacuna superan a los riesgos en aquellas regiones en las que las tasas de incidencia del virus son muy elevadas o en aquellos casos en los que la profesión de la madre, como por ejemplo trabajadora del sector salud, supongan un elevado riesgo de exposición al virus. “En estos casos los beneficios de la vacunación de las mujeres embarazadas son superiores a los riesgos ya que las plataformas que se utilizan actualmente para las vacunas son ARNm, virus inactivados, vectores virales o proteínas de subunidades”.
“Ninguna de las vacunas contiene virus vivo que pueda multiplicarse dentro del cuerpo y potencialmente crear un problema”. Ante esta fotografía insta a los gobiernos y autoridades sanitarias de todos los países a explicar de forma concisa los beneficios versus los riesgos de la vacunación y que puedan decidir si se la administran o no.
“No hay absolutamente ninguna evidencia científica o verdad detrás de la preocupación de que alguna de las vacunas interfiera de forma alguna con la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. Lo que hacen las vacunas es estimular una respuesta inmune contra una proteína en particular o un antígeno. En el caso de la Covid-19 las vacunas estimulan tanto la respuesta de anticuerpos como una respuesta inmune mediada por células contra la proteína de pico del SARS-CoV-2. Por lo tanto, no hay forma de que puedan interferir con el funcionamiento de los órganos reproductivos ni en hombres ni en mujeres”, concluye la experta en relación a uno de los bulos extendidos desde la aparición de las primeras vacunas.