El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha anunciado un nuevo endurecimiento de las medidas para los viajeros que lleguen al país procedentes de China, de tal manera que se deberán someter a una prueba de coronavirus antes y después del viaje en avión.
A la medida, que entrará en vigor el domingo, se suma una petición del Gobierno a las aerolíneas para que no incrementen las conexiones directas entre China y Japón, en un intento por evitar un nuevo repunte de la pandemia de COVID-10 vinculada a la explosión de casos en territorio chino.
"Hemos decidido reforzar las medidas temporales teniendo en cuenta los resultados de los test de quienes han llegado en las vacaciones de fin de año"
"Hemos decidido reforzar las medidas temporales teniendo en cuenta los resultados de los test de quienes han llegado en las vacaciones de fin de año", ha explicado Kishida, según la agencia de noticias Kiodo. El domingo, China dejará de exigir cuarentena a los viajeros que lleguen desde el exterior.
El martes, el Gobierno chino amenazó con tomar represalias contra los países que impongan nuevas restricciones, ya que considera que se trata de medidas políticas y no médicas, puesto que las variantes de coronavirus detectadas en el gigante asiático ya circulan por otras partes del mundo.