En marzo de 2020, en el epicentro de la primera ola de la pandemia generada por la Covid-19, los médicos de la Fundación Jiménez Díaz recibieron de la consulta de enlace de su Servicio de Psiquiatría un protocolo que recomendaba laprescripción de melatonina, entre otras medidas favorecedoras del sueño y los biorritmos, a pacientes hospitalizados por coronavirus con problemas de sueño o síndrome confusional.
En aquel momento varios autores internacionales habían sugerido ya un potencial beneficio del uso de esta hormona en el abordaje de la infección por Covid-19, dado que, además de su función circadiana, se cree que la melatonina tiene otras características saludables, como la modulación de la respuesta inmune, propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Ese fue el punto de partida que llevó a varios profesionales del hospital madrileño a realizar un análisis retrospectivo que muestra una asociación de la melatonina con la supervivencia de pacientes con coronavirus, y que, bajo el título “¿Y si la melatonina pudiera ayudar a los pacientes con enfermedad severa por Covid-19?”, acaba de publicarse en Journal of Clinical Sleep Medicine.
Para ello, se analizó retrospectivamente una muestra de 2.463 pacientes con Covid-19 hospitalizados durante la primera ola de la pandemia en el hospital madrileño y se dividió en dos grupos, según hubieran recibido o no, melatonina. Ambas cohortes incluyeron enfermos ingresados tanto en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) como en la Unidad de Cuidados Intermedios Respiratorios (UCIR), siendo los pacientes del grupo receptor de la hormona -a los que administró 2-6 mg de melatonina oral a las 21:00 horas durante el ingreso (la media del primer día de prescripción fue el cuarto de hospitalización, y el 25% de los pacientes la recibieron desde el primer día)- los que tenían más probabilidad de ingreso en alguna de estas dos áreas.
El grupo al que se administró melatonina tuvo una tasa de mortalidad mucho menor en comparación al que no la recibió
El resultado es que “el grupo de pacientes a los que se había administrado melatonina mostró una tasa de mortalidad mucho menor (del 10,7% frente al 23,7) en comparación con el grupo que no la recibió”, afirma el doctor Miguel Ángel Sánchez-González, especialista del Servicio de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz e investigador de su Instituto de Investigación Sanitaria (IIS-FJD).
Un posible mecanismo fisiopatológico para explicar la vulnerabilidad relacionada con la edad en los pacientes con coronavirus es la pérdida progresiva de melatonina endógena con el envejecimiento. Asimismo, es muy probable que la alteración circadiana que sufren los ingresados en la UCI, y posiblemente otros hospitalizados, también contribuya a la fisiopatología de los pacientes con enfermedad aguda por Covid-19. “El fortalecimiento del ritmo circadiano mediante la administración de melatonina y otras medidas como la iluminación diurna y la actividad adecuadas podrían ser, por tanto, beneficiosas no solo para el tratamiento de la Covid-19, sino también para otras enfermedades”, añade el especialista.
Este estudio muestra “el primer conjunto de datos de un análisis amplio” sobre el efecto de la melatonina en la evolución clínica de los pacientes ingresados en el hospital madrileño a lo largo de toda la pandemia, dicen sus autores, entre los que también figuran los doctores Ignacio Mahillo-Fernandez, Felipe Villar-Álvarez y Lucía Llanos, todos ellos profesionales de la Fundación Jiménez Díaz e investigadores del IIS-FJD. Y añaden: “Nuestro trabajo, junto al de Ramlall, es el primero en mostrar datos clínicos reales que avalen un posible beneficio de esta hormona en Covid-19”.
En este contexto de novedad, los investigadores dicen ser conscientes de que un análisis retrospectivo impide establecer una asociación causal entre la melatonina y la supervivencia, pero señalan que ya se están realizando estudios prospectivos para evaluar la utilidad de esta hormona como tratamiento adyuvante en el abordaje de la enfermedad por Covid-19. Sin embargo, “teniendo en cuenta que no hay tiempo que perder y el perfil de seguridad y bajo coste de la melatonina, esperamos que nuestros resultados ayuden a los facultativos a considerar su uso en pacientes con Covid-19”, apostillan.