El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) anunció el pasado mes de abril la puesta en marcha del proyecto Inmugen con el fin de averiguar el riesgo individual de desarrollar formas graves de Covid-19, del que ya se informó en Consalud.es
Se trata, como explica una de sus principales investigadoras, Anna Planas, de un proyecto conjunto con muchos centros implicados. Entre los citados por Planas están el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) de Madrid, el Instituto de Parasitología y Biomedicina (IPB-CSIC) de Granada, el Instituto de Física de Cantabria (IFCA), o el Centro de Supercomputación de Galicia (CESGA). “Como investigadores del IIBB y del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS) en el Hospital Clínic, “ Estamos trabajando con otros investigadores de estas instituciones para poder obtener y procesar las muestras de sangre de los pacientes, y estamos preparando el estudio genético con el Dr. Israel Fernández Cadenas, del Hospital Sant Pau de Barcelona, y con Jordi Pérez Tur, del Instituto de Biomedicina de Valencia”, según detalla la investigadora en una entrevista publicada en la web del CSIC.
El interés por un estudio de estas características comienza al observarse un comportamiento extraño en la enfermedad en personas previamente sanas menores de 60 años
El interés por un estudio de estas características comienza al observarse un comportamiento extraño en la enfermedad, con casos de personas sanas, fuera de los grupos de riesgo (mayores de 60 años, crónicos, etc), que respondían de forma diferente a la infección por coronavirus (SARS-CoV-2). “La edad avanzada y la presencia de enfermedades crónicas aumentan el riesgo de padecer una reacción grave y necesitar ingreso en UCI e incluso de fallecer. No obstante, también hay pacientes más jóvenes sin patologías previas que desarrollan formas muy graves de la Covid-19 por motivos actualmente desconocidos. Pensamos que la respuesta podría estar en los genes”, añade
Precisamente, en esta primera fase, del estudio, según explica la Dra. Plannas, se están recogiendo muestras de pacientes de menos de 60 años sin patologías previas. “Compararemos 100 pacientes sanos que no mostraron afectación clínica con otro centenar sin patologías previas que sufrieron una mayor afectación.
La situación que mejor ilustra el posible valor del estudio, según apunta dicha investigadora, "sería el caso hipotético de que existieran mutaciones en un único gen, ya que se podría identificar entre las personas sanas, aquellas que tendrían predisposición a generar una respuesta inmunológica “inadecuada” frente a la invección por SARS-CoV-2. A largo plazo, identificar alteraciones genéticas podría permitir reconocer las vías moleculares implicadas en la afectación o averiguar las posibles dianas para el tratamiento".