La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus ha modificado las habituales recomendaciones que desde la Comisión Europea (CE) dirigen a los países. Acostumbrados a que Bruselas pida a los países medidas orientadas al ámbito económico, en esta ocasión ha sido el sanitario y los problemas estructurales puestos de relieve por la actual situación los ejes centrales de los informes emitidos.
Partiendo de esta base la CE urge a nuestro país a incrementar la inversión que se realiza en Sanidad con el objetivo de “fortalecer las capacidades en términos de trabajadores, productos médicos críticos e infraestructuras para salvar vidas”.
Una afirmación que encuentra su origen en los problemas estructurales que actualmente existen en España y que han quedado al descubierto como consecuencia de la crisis sanitaria. Algunos de estos “se derivan de ciertas deficiencias en la inversión en infraestructuras físicas y deficiencias en la contratación y las condiciones de trabajo de los trabajadores de la salud”. Unas medidas que se dirigen directamente a optimizar “la resistencia del sistema de salud”.
“Fortalecer las capacidades en términos de trabajadores, productos médicos críticos e infraestructuras para salvar vidas”
Bruselas destaca en su documento los buenos resultados reportados por el sistema sanitario español frente a esta pandemia “a pesar del nivel relativamente bajo de inversiones”. Una fotografía que según la CE se ha traducido en diferencias notables entre las distintas comunidades autónomas por lo que solicita “mayor coordinación entre los diferentes niveles de Gobierno”.
El informe pone el foco en la situación en la que se encuentran las personas con discapacidad y los residentes en residencias de ancianos “particularmente expuestos durante la crisis”. Motivo por el que solicita al Ejecutivo de Pedro Sánchez que se garantice “su acceso continuo a la atención médica y social”.
La CE recalca en sus recomendaciones que la disminución experimentada en los recursos como consecuencia de la pandemia no debería materializarse en un descenso de la inversión en Sanidad.
Si atendemos a las estimaciones económicas, las previsiones de Bruselas pronostican una caída del 9,4& en 2020 con una fuerte crecida del 7% para 2021. En relación al déficit, este se incrementará al 10,1% este año con una reducción hasta el 6,4% el próximo año. La deuda pública se disparará en 2020 hasta el 115,6%, descendiendo al 113,7% el próximo año.