La incidencia acumulada (IA) y el número de casos de la Covid-19 sigue aumentando, de hecho, ayer jueves superó los 100 casos por 100.000 habitantes a 14 días. Sin embargo, la tasa de hospitalización y la mortalidad se mantiene estable muy por debajo de las anteriores olas de la pandemia. Esto es a lo que nos tendremos que acostumbrar en los próximos años.
Así lo recordó el biólogo Agustín Portela, jefe del Servicio de Biotecnología de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) durante las jornadas científicas de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España y la Sociedad Española de Virología, celebradas del 16 al 18 de noviembre. "Al final nos vamos a infectar todos", indicó durante la conferencia.
Hablamos de un virus respiratorio que se acumula en muchas cantidad. "Pero si yo me infecto y estoy tres dáis con un catarro o una faringitis no pasa nada", añadió Portela. Que recuerda que el principal problema son las personas mayores con varias cormobilidades.
A los mayores "habrá que vacunarles todos los años"
"Las personas mayores de 80 o 90 con muchas patologías como problemas respiratorios de base o diabetes, sufrirán un desequilibrio con cualquier infección e irá todo en cadena". Por eso, considera, que a este grupo de edad "habrá que vacunarles todos los años". Ya se ha visto que la tercera dosis ha supuesto un aumento de anticuerpos en estos pacientes, "que detienen el virus antes de que infecte, provoque un poco de fiebre que pueda ser fatal".
NO SON ESTERILIZANTES EVITAN LA ENFERMEDAD CLÍNICA
Según explicó durante el evento el Dr. Portela, las vacunas actualmente aprobadas contra la Covid-19 no son esterilizantes, es decir, que no bloquean el virus antes de que entre en las vías respiratorias e infecten las células. Pero tal y como explicó el experto los modelos actuales "se comportaban como yo llamaría vacunas esterilizantes". "Tu ves que al vacunado si le llega el virus no desarrolla la enfermedad y cuando coges el suero de ese animal para ver si ha generado anticuerpos contra la proteína del virus no los ves, mientras que los no vacunados sí que tendrán", señaló.
"Hemos bloqueado tan pronto la replicación, que el virus no se ha multiplicado y no ha habido respuesta inmune", añadió. En este sentido evitan la enfermedad, pero con el tiempo los anticuerpos de las vacunas bajan, "la segunda vez que llegue el virus se infectarán".
Pero, ¿qué ocurre con la memoria inmune contra la SARS-CoV-2?. Esta va a permanecer, el problema es que tarda entre "7 o 10 días en reaccionar". "El virus tiene esos días para ir a sus anchas", lo que es especialmente preocupante para la personas mayores. "Lo que vemos de gente vacunada hospitalizada son gente con muchas patologías en los que la memoria inmune ha tardado más tiempo en reaccionar".
Por eso, Portela ve la importancia de la tercera dosis y considera que para estas personas más mayores o con un riesgo especial la vacuna tendrá que ser con mucha probabilidad anual, aunque sigan produciéndose muertes, como ocurre con otras patologías como la gripe o un simple catarro.