En su cuarta comparecencia consecutiva en la Comisión de Sanidad del Congreso para informar sobre las actuaciones adoptadas en relación a la crisis del coronavirus, Salvador Illa ha centrado parte de su intervención en detallar cómo debe ser la “fase de transición a la nueva normalidad” o “fase de desescalada” y cómo el Sistema Nacional de Salud (SNS) debe adaptarse a ella en función la experiencia demostrada en este periodo.
No obstante, y pese a que el ministro de Sanidad ha asegurado que los datos muestran cierta “esperanza” y que “vamos por buen camino”, ha insistido en que “seguimos en fase de confinamiento”. En este sentido, ha trasladado la necesidad de “mantener las capacidades instaladas hasta ahora mientras exista riesgo de brotes epidémicos” de forma que “el SNS debe seguir estando alerta y hay que ser muy prudente en las siguientes fases”
"El SNS debe afrontar dos objetivos: seguir controlando la transmisión del coronavirus y atender las necesidades de salud no urgentes que se han obligado a retrasar"
A pesar de ello, Illa ha subrayado que “debemos aprender de esta crisis y aprovechar la oportunidad para reforzar al sistema”. Por un parte, ha destacado que el SNS “ha demostrado una importante adaptabilidad” y, por otra, ha mostrado su disposición a “potenciar sus fortalezas”. Así, ha mencionado buenas actuaciones como “la coordinación entre niveles, la integración del domicilio en la red de atención sanitaria, el uso de las tecnologías para el seguimiento no presencial, la educación para la salud de la ciudadanía o la respuesta sociosanitaria”.
Con toda esta experiencia, el titular de Sanidad ha indicado que el SNS “se debe preparar para afrontar dos objetivos” principales en próximos periodos. En concreto, ha puntualizado que “hay que seguir controlando la transmisión del coronavirus, con especial énfasis en el diagnóstico y el aislamiento precoz de los casos” y, por otro lado, “atender las necesidades de salud no urgentes que la reorganización de la emergencia del sistema ha obligado a retrasar”.
Con estos fines, Salvador Illa ha repetido en varias ocasiones que se debe resaltar el nivel de Atención Primaria por el “importante papel” que ha ejercido durante esta crisis sanitaria al haber “protegido la salud de las personas y prevenido muchos ingresos hospitalarios”. El ministro ha resaltado que los propios consejeros de Sanidad de las distintas comunidades “me lo han hecho saber”, añadiendo que será imprescindible para la fase posterior a la pandemia.
SALIDA DE LOS NIÑOS A LA CALLE
El ministro de Sanidad no ha avanzado en esta ocasión cuáles son las acciones que podrían adoptarse en las próximas semanas para iniciar la fase de desescalada. Sí que ha incidido en que se han de mantener las estrictas medidas de aislamiento ya aprobadas “para que los casos sigan descendiendo y consigamos doblar la curva”.
Sin embargo, sí que ha dedicado parte de su intervención inicial a tener en consideración “a los niños y niñas que permanecen en casa”, siendo “conscientes de que el confinamiento afecta a su salud”. Por ello, ha informado que siguen la evolución de la pandemia día a día “para que en cuanto sea posible, con cautela y de forma ordenada, puedan salir a la calle”.