El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha comparecido este miércoles, y por tercera semana consecutiva, en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados con el fin de actualizar a los grupos parlamentarios la información de la situación y las medidas adaptadas por el Gobierno en relación al brote de coronavirus en España.
Durante su intervención inicial, Illa ha detallado las actuaciones desarrolladas por su departamento hasta ahora, pero también ha anunciado algunas que comenzarán a desarrollarse en los próximos días. En este sentido, ha avanzado un nuevo contrato que ha cerrado el Ejecutivo con una empresa española para fabricar “un volumen muy relevante de mascarillas”.
Al margen de esta operación, el Ministerio de Defensa desarrollará una línea de fabricación en las instalaciones de la Farmacia Militar de Burgos que será "una reserva estratégica para el Estado"
En concreto, ha anunciado que han cerrado un compromiso de fabricación con el Grupo Mondragón, a través de su filial Bexen Medical. El contrato se extenderá durante seis meses y el objetivo es que este grupo pueda suministrar 60 millones de mascarillas a través de esta línea de producción, lo que representaría unas 2,5 millones cada semana y unos 10 millones al mes.
Según ha indicado el ministro de Sanidad, la maquinaria para la fabricación de este volumen de mascarillas llegará “en unos días” y los primeros pedidos de esta contratación se esperan “en un periodo breve de tiempo”. Se trata de un acuerdo que ha sido posible gracias a la colaboración del Ministerio de Sanidad, del Ministerio de Asuntos Exteriores, de la Secretaría de Estado de Comercio y la Oficina Comercial Española en Shanghai.
Por otra parte, Illa ha informado que el Ministerio de Defensa se reservará una línea de fabricación que será operada en las instalaciones de la Farmacia Militar de Burgos, y que !será una reserva estratégica para el Estado”. Antes de este anuncio, Salvador Illa ha detallado que hasta ahora el Gobierno “ha repartido 38 millones de mascarillas y 23 millones de guantes, más de 287.000 batas y 202.000 buzos, así como más de 163.000 gafas”.
5 MILLONES DE TEST RÁPIDOS
Por otra parte, el ministro de Sanidad ha indicado que han adquirido 5 millones de test rápidos de anticuerpos, de los cuáles un millón ya se ha repartido entre las comunidades autónomas. El objetivo es que se distribuyan en los hospitales y las residencias de mayores para vigilar a los sectores más afectados.
Según ha asegurado, estos test “tienen una fiabilidad plena del 100 % en los positivos”. Mientras, para aquellos que den negativos, ha indicado que “se debe realizar PCR para confirmar el diagnóstico”. En este sentido, Illa ha insistido en que los test rápidos son “un complemento a las PCR” y ha instado a las comunidades autónomas a que los dirijan especialmente a colectivo vulnerables como las residencias de mayores.