Castilla y León es una de las regiones que más incidencia acumulada de casos por coronavirus ha registrado en las últimas semanas y también de las que más letalidad han sufrido. A día de hoy, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, han registrado 17.716 casos confirmados por Covid-19 y acumulan 1.876 fallecimientos. Quizá por estas razones, esta comunidad autónoma ha sido la más prudente, junto con Cataluña, a la hora de proponer al Gobierno que solamente pasen a la Fase I de la desescalada 26 zonas básicas de salud, principalmente en las áreas rurales. De esta propuesta hablamos en ConSalud.es con Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León.
Ayer se produjo la reunión entre la Consejería y el Ministerio de Sanidad para valorar su propuesta para pasar a la Fase I. ¿Cómo la acogieron?
Bien. Creemos que la recepción fue buena. Estuvimos hablando un largo rato sobre la situación y de porqué no podíamos pasar provincias enteras. Creo que ellos lo entienden bastante bien. La situación epidemiológica todavía es delicada y queremos ser prudentes. Lo acogieron de forma favorable. Veremos a ver cuál es la decisión final.
"El alivio progresivo del confinamiento puede estar influyendo en el aumento de casos, aunque tenemos que esperar porque todavía es pronto. Pero se ve que algo está pasando"
¿Es cierto que ha habido un repunte de casos positivos en Castilla y León?
Hemos tenido un aumento en los registros de Atención Primaria de casos sintomáticos sospechosos y un poco de tendencia al alta en las PCR. Es verdad que estamos haciendo más, pero nos preocupa lo que está ocurriendo en Primaria, nos preocupa que seguimos teniendo ingresos aunque no muchos. Sí que damos altas y vamos bajando la ocupación de las camas, pero aún tenemos ingresos, unos 30-40 diarios. Nos tememos un poco el efecto de la vuelta al trabajo y las medidas iniciales de alivio del confinamiento. Tenemos que ir aún con prudencia.
¿Lo achacan entonces a las primeras medidas de desconfinamiento?
Creo que el alivio progresivo puede estar influyendo, aunque tenemos que esperar porque todavía es pronto. Pero se ve que algo está pasando. Es normal que donde ha habido más incidencia acumulada, donde ha habido más fuego hay más brasas. Aquí ha habido mucho fuego y no queremos que las brasas aviven el incendio.
Castilla y León es, sin duda, de las comunidades más prudentes a la hora de proponer el avance a la Fase I junto a Cataluña ¿Le ha sorprendido los planes de otras autonomías?
Creo que lo que tiene que primar es el criterio epidemiológico, la salud, sin perder de vista la importancia de reavivar la economía, de lo que somos conscientes también. Si hay propuestas que son distintas a las nuestras, no tengo especial interés en avivar dichas brasas.
“No tiene sentido pedir segmentación geográfica para que todo el mundo tome la misma decisión”
¿Cree que están primando otros criterios que no son los estrictamente sanitarios? ¿No le sorprende que todas quieran pasar a la Fase I casi por completo?
Creo que hay que mirar el mapa de incidencia y qué comunidades y provincias han tenido más letalidad. Nosotros pedimos segmentación geográfica para que se tomaran medidas diferentes en sitios diferentes. No tiene mucho sentido pedir segmentación geográfica para que todo el mundo tome la misma decisión. Lo que parece lógico es que todos tenemos que ser responsables. Creemos que es necesario mantener el Estado de alarma, para que el Estado tome decisiones, pero también le pedimos que diese unos criterios epidemiológicos claros sobre cómo se pasaba de una fase a otra. No se han dado esos criterios, sino que solo se han centrado en las capacidades sanitarias y creo que es un error. Por eso hemos puesto nuestros criterios, y parece que estos se van a tomar en la toma de decisiones de otras comunidades.
Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, y Verónica Casado, consejera de Sanidad (Foto. JCYL)
Lo que no puede ser es que traspases esas decisiones a las CC.AA. y que ellas, casi unánimemente, decidan pasar a la Fase I para que a su vez pase la pelota al Ministerio y decidan ellos finalmente. Lo que es importante es que el Gobierno asuma sus responsabilidades, porque nosotros no hemos delegado nuestras responsabilidades al Ministerio, las hemos asumido. Si a mí el Ministerio no me da umbrales y me dice que decida yo, pues nosotros sí le ponemos umbrales: tenemos casos 0 en las zonas rurales y veremos cómo va y qué nivel ponemos en las ciudades según evolucione. Es importante que en una crisis como esta, no es una buena estrategia eludir tus responsabilidades e intentar que sea otro el que tome una decisión.
También ha criticado, por ejemplo, que el Gobierno fije como criterio el número de camas que cada comunidad puede tener.
El problema no es solo de camas, que a mí me parece un criterio muy pobre y así se lo he dicho al ministro porque creo que se basa en una situación que no es real. Le dije que puedo poner aún 100 camas más de UVI, porque tenemos 75 respiradores pendientes de que lleguen de EE.UU. y espero que lo hagan la próxima semana. Y aún te podría poner más camas. Pero lo que es drástico es el personal, los intensivistas y anestesistas que son los que han estado ahí. Tenemos los que tenemos y además están muy cansados. Entonces, no conviene engañarse diciendo que tengo camas porque estas necesitan profesionales. Y el problema de los profesionales es que los tenemos agotados, han trabajado en circunstancias inauditas con un sobreesfuerzo tremendo. Y no conviene exponerles a un posible nuevo rebrote de manera imprudente.
"Pedimos al Gobierno criterios científicos claros, umbrales, que asuma su responsabilidad en la toma de decisiones y que continuemos manteniendo este buen clima"
¿Le ha hecho llegar esa queja relacionada con los profesionales al Ministerio?
Sí. Pero el problema es que los profesionales intensivistas no se pintan, necesitas especialistas formados. Sí que hemos contado en Soria, a petición nuestra, con personal de las ambulancias de soporte vital avanzado del Ejército, gente con experiencia en el manejo de situaciones críticas, y también del SAMUR. Porque ha habido momentos que sí que necesitábamos ayuda con el personal. Hay que tener en cuenta que tenemos una población muy dispersa, lo que nos obliga a tener muchos hospitales con un tamaño pequeño o medio. Y esta situación es mucho menos elástica que la situación de una gran ciudad con sus grandes hospitales. Además, si viene un brote extraordinario, la elasticidad es menor y se agrava la dificultad de la gestión.
¿Qué otras peticiones urgentes le han trasladado al Gobierno?
Lo que hemos pedido a todo el mundo, al Ministerio y a todos los partidos políticos, es que intentemos ir de la mano. Creo que aquí estamos consiguiéndolo bastante bien, no solo dentro del Gobierno sino también con la oposición. Estamos intentando que la gente entienda que se trata de una situación extraordinaria y que intentemos llegar a un acuerdo, aunque cada uno hagamos declaraciones polémicas. La conversación con el Ministerio de Sanidad fue bien, estamos orientando la salida de la crisis como se debe de una manera conjunta porque es una situación muy preocupante. Lo que pedimos al Gobierno son criterios científicos claros, umbrales, que asuma su responsabilidad en la toma de decisiones y que continuemos manteniendo este clima. Todos nos criticamos políticamente, pero la relación con el Ministerio actualmente es fluida. Continuamos trabajando con lealtad.