Mucho se ha hablado y escrito en los últimos meses sobre el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. El desconocimiento que existe todavía en relación a este se traduce en contradicciones y dudas que van modificando las recomendaciones que las autoridades sanitarias trasladan a la población con el objetivo de frenar su propagación y reducir el número de contagios.
En este escenario la capacidad de supervivencia del virus en superficies es uno de los grandes debates. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cambiado su opinión sobre este tema en algunas ocasiones a lo largo de la pandemia en curso. La última conclusión emitida por la organización apuntaba a que no podía concluir su transmisión por el contacto con superficies.
En este sentido hemos conocido los resultados de un nuevo estudio publicado en la revista Physics of Fluids del Instituto Americano de Física. A través de esta publicación se recogen las conclusiones de un grupo de científicos que han examinado el tiempo de secado de las gotitas respiratorias que emitimos al hablar, toser o estornudar en varias superficies. Además, han desarrollado estos análisis en ciudades de seis países con climas diferentes para poder establecer el grado de influencia de factores como la temperatura o la humedad. Las elegidas han sido Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Miami, Sídney y Singapur.
Una vez se han evaporado las gotitas portadoras del virus, la cantidad residual de virus que permanece en las superficies cuenta con una capacidad de supervivencia muy reducida
Lo primero que debemos tener en cuenta es que, una vez se han evaporado las gotitas portadoras del virus, la cantidad residual de virus que permanece en las superficies cuenta con una capacidad de supervivencia muy reducida. Esto nos lleva a la conclusión de que su capacidad infectiva se limita al periodo de tiempo que estas gotitas permanecen intactas.
Los investigadores han recurrido a un modelo matemático basado en la ciencia de las interfaces para calcular los tiempos de secado. De esta forma se ha determinado que la temperatura ambiente, el tipo de superficie y la humedad relativa desempeñan un papel fundamental.
Tomando como referencia las conclusiones del estudio aquellas superficies como las pantallas de los dispositivos móviles (especialmente los smartphones), la madera y el algodón deberían limpiarse con mayor frecuenciaque las superficies de vidrio o acero ya que estas últimas son hidrófilas y las gotitas se evaporan de forma mucho más rápidas.
La temperatura ambiente elevada contribuye a reducir el tiempo de evaporación de las gotitas por lo que se reduce de forma drástica la capacidad de supervivencia del virus. En aquellos lugares en los que la humedad relativa es mayor, las gotitas consiguen permanecer durante un mayor tiempo sobre las superficies por lo que se incrementan las opciones de supervivencia del virus.