Homologación de mascarillas transparentes: el olvidado problema que Sanidad traspasa a Consumo

La homologación de las mascarillas transparentes es una demanda constante desde el inicio de la pandemia para evitar los problemas comunicacionales de las miles de personas con discapacidad auditiva.

Mascarillas para sordos diseñadas por "Yo me pongo a coser" (Foto. David Ledo)

Mascarillas. Hasta hace unos meses prácticamente nadie fuera del ámbito sanitario las utilizaba. Nos parecían típicas de las sociedades de países asiáticos. Pero la pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 las ha convertido en un elemento habitual en nuestro día a día. Su uso, de carácter obligatorio en España, se erige como una de las principales medidas para evitar la propagación del virus y ahora lo extraño es no ver a alguien con ella a nuestro alrededor.

Existen de diversos tipos hasta el punto de abrirse todo un mercado basado en el diseño y las tendencias de moda para poder combinarlas con nuestro fondo de armario. Pero este elemento se ha convertido en un nuevo obstáculo para una parte de la población. Hablamos de las personas con problemas de audición para las que la lectura de labios es fundamental y que ahora ven como las mascarillas han levantado una inquebrantable barrera comunicacional que limita casi por completo el desarrollo de su vida social. Pero no solo las personas con problemas de audición se enfrentan a este problema.

Cada vez son más las voces que se alzan en la comunidad educativa para alertar del hecho de la limitación de la expresión facial debido al uso de mascarillas. Un gran problema por ejemplo en el caso de los niños con necesidades especiales que ven en las mascarillas un nuevo obstáculo que dificulta no solo la relación con su entorno sino la comprensión del mismo.

En este sentido, a lo largo de los últimos meses, son muchos los colectivos que piden al Gobierno y a las autoridades sanitarias la homologación de mascarillas transparentes. Algo tan sencillo como esta idea proporcionaría la protección necesaria frente a los contagios de Covid-19 sin ser un obstáculo comunicacional, social y relacional para miles de personas.

¿POR QUÉ NO LAS HOMOLOGA SANIDAD?

El pasado jueves 15 de octubre Ana Oramas, portavoz de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados, recordaba al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que la homologación de estas mascarillas “es una necesidad urgente”. Señalaba que “no son mascarillas para sordos”, sino que tienen que ser utilizadas por ejemplo por los profesionales sanitarios que les atienden o los profesores para que no existan problemas de comunicación. Oramas criticó la tardanza no solo del Ministerio de Sanidad en solucionar el problema de la homologación, sino que también apuntó directamente a los ministerios de Educación y Consumo.

Illa respondía que su departamento está trabajando en la homologación de mascarillas transparentes que faciliten la comunicación de las personas con discapacidad auditiva.

Cada vez son más las voces que se alzan en la comunidad educativa para alertar del hecho de la limitación de la expresión facial debido al uso de mascarillas

“No nos olvidamos de ellas. Estamos trabajando para que las que disponibles en el mercado puedan ser homologadas”, aseguraba el titular de Sanidad reiterando su compromiso de luchar contra el coronavirus “sin dejar a nadie atrás”, aludiendo directamente a “las personas que necesitan mascarillas transparentes porque tienen una discapacidad”.

En este sentido Oramas ha expresado en el programa de Antena 3, Espejo Público, que el ministro de Sanidad le ha asegurado que la homologación de las mascarillas es un tema que corresponde al Ministerio de Consumo, dirigido por Alberto Garzón.

GARZÓN Y SU REFORMA SIN HOMOLOGACIÓN

El pasado 13 de octubre se conocía la decisión del Ministerio de Consumo sobre una nueva orden a través de la que se pretenden regular los requisitos del etiquetado de las mascarillas, así como la publicidad de las mismas ante el creciente negocio que se han construido. Una orden que tiene como objetivo “garantizar que la población sea consciente de su finalidad y características”.

Una regulación en la que no se ha hecho mención, al menos en el texto preliminar, a la homologación de las mascarillas transparentes

De lo que se trata ahora según Consumo es de desarrollar un documento normativo en el que se defina el concepto de “mascarilla higiénica” o “cobertor facial comunitario”, como un primer paso para endurecer la regulación de las mascarillas. Garzón ya iniciado un procedimiento y ha sido remitido a consulta pública para que se amplíen los requisitos de etiquetado, publicidad y control de estos productos.

La regulación de las mascarillas higiénicas se hará mediante una Orden Ministerial con base en la potestad del Ministerio de Consumo. Una regulación en la que no se ha hecho mención, al menos en el texto preliminar, a la homologación de las mascarillas transparentes tan demandadas por diversos colectivos, profesionales médicos, profesores y miles de personas con discapacidad auditiva.

“Los ciudadanos, organizaciones y asociaciones que así lo consideren, pueden hacer llegar sus opiniones sobre los aspectos planteados en este cuestionario, hasta el día 28 de octubre de 2020, a través del siguiente buzón de correo electrónico: dgconsumo@mscbs.es”, recoge el referido documento de consulta pública previa sobre el proyecto de Orden Ministerial.

¿Atenderá Garzón y su Ministerio a las peticiones que seguro le llegan a través de esta cuestión que ya se ha alargado demasiado en el tiempo? La homologación de las mascarillas transparentes parece ser un problema incómodo que el Ministerio de Sanidad ha pasado a Consumo sin vistas a una pronta solución.

¿Por qué no se contempla de forma explícita en el citado documento la homologación de las mascarillas transparentes? Una cuestión que continúa sin entenderse y más después de que el pasado 3 de septiembre se presentaron en el Ministerio de Sanidad más de 80.000 firmas solicitando la homologación de las mascarillas transparentes que permitan la lectura labial, recogidas a través de Change.org.

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