Desde el inicio de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 la identificación temprana de los casos positivos y sus contactos estrechos ha sido fundamental para detener la propagación del virus. Un proceso en el que las cuarentenas han sido fundamentales a la hora de evitar nuevos contagios. La duración de estas ha ido variando atendiendo a aspectos como la capacidad infectiva de las variantes dominantes y la situación epidemiológica y, hoy en día, prácticamente han desaparecido en un contexto en el que la práctica totalidad de las medidas establecidas para el control de la Covid-19 han desaparecido y la responsabilidad recae en su totalidad en las manos de cada ciudadano.
Ante esta fotografía ponemos el foco en un reciente estudio publicado por JAMA Network en el que se analiza la eficacia del periodo de aislamiento de cinco días recomendado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). ¿Es suficiente este lapso de tiempo para que una persona contagiada recupere su vida normal sin riesgo de infectar a otros?
Los cinco días recomendados por los CDC parten de la evidencia que sugiere que el riesgo de transmisión existe entre dos y tres días antes del inicio de síntomas y hasta ocho días después. La positividad en una prueba rápida de antígenos se ha correlacionado con umbrales más bajos del ciclo de reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real, lo que indica carga virales más altas y un aumento potencial de la infectividad.
Estudios previos centrados en analizar los resultados de estas pruebas han hallado tasas de positividad por encima del 40% en el quinto día desde el inicio de síntomas, lo que sugiere que un elevado número de personas todavía son contagiosas en el momento en el que los CDC recomiendan la finalización del aislamiento. Motivo por el que el estudio que nos ocupa ha analizado la tasa de positividad después del séptimo día en un contexto de dominancia de los linajes de la variante Ómicron (B.1.1.129) BA.1 y BA.2.
Las infecciones que estaban provocadas por el linaje BA.2 de Ómicron también mostraban más probabilidades de continuar siendo positivos en el séptimo día, en comparación con los casos en los que la infección estaba causada por BA.1
Para ello analizaron los datos de 264 estudiantes (53% mujeres, con una edad media de la muestra de 20,1 años) que reportaron 268 infecciones sintomáticas y 91 asintomáticas. De las 248 infecciones en personas que se hicieron una prueba en el séptimo día, 67 continuaban reportando resultados positivos. Los pacientes con infecciones sintomáticas tenían significativamente más probabilidades de continuar siendo positivos en el séptimo día, en comparación con los asintomáticos.
El estudio indica que las infecciones que estaban provocadas por el linaje BA.2 de Ómicron también mostraban más probabilidades de continuar siendo positivos en el séptimo día, en comparación con los casos en los que la infección estaba causada por BA.1.
“En esta serie de casos, las pruebas rápidas de antígenos siguieron siendo positivas en el 27% de las personas tras siete días de aislamiento, lo que sugiere que el periodo de aislamiento de cinco días recomendado por los CDC puede ser insuficiente para prevenir la propagación continua de la enfermedad”, alertan los autores del estudios que señalan que se requieren más estudios que permitan determinar si estos hallazgos pueden replicarse en una población más heterogénea y con otras variantes del SARS-CoV-2.
En el caso de España, las autoridades sanitarias acordaban en diciembre de 2021 reducir los periodos de aislamiento de 10 a siete días en los casos leves y asintomáticos. Desde el 28 de marzo de 2022 los casos leves y asintomáticos ya no están obligados a aislarse, aunque existen excepciones laborales (como residencias o centros sociosanitarios).