La evidencia científica muestra que un creciente número de personas que consiguen superar la Covid-19, refieren síntomas prolongados y recurrentes durante semanas e incluso meses, una vez se ha superado la infección causada por el SARS-CoV-2. Un problema que se produce con independencia de la gravedad con la que se haya cursado la enfermedad y sobre el que los expertos advierten que podría erigirse como uno preocupante problema de salud pública en el futuro. Hablamos del Covid prolongado.
“La afección posterior al Covid-19 ocurre en personas con antecedentes de infección por SARS-CoV2 probable o confirmada, tres meses después del inicio de Covid-19 y cursa con síntomas que duran al menos dos meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo”, define la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Los síntomas comunes incluyen fatiga, dificultad para respirar, disfunción cognitiva, pero también otros y generalmente tienen un impacto en el funcionamiento diario. Los síntomas pueden ser nuevos con inicio después de la recuperación del episodio agudo de Covid-19 o persistir desde el inicio de la enfermedad. Los síntomas también pueden fluctuar o recidivar con el tiempo”. Es posible que, en el caso de los niños, la definición que se aplique sea diferente.
Predecir el riesgo de padecer Covid prolongado puede resultar vital en el caso de determinados grupos vulnerables. En este sentido ponemos el foco en un reciente estudio publicado por British Medicine Journal centrado en el hallazgo de una “firma” de inmunoglobulina que podría ser utilizada para pronosticar qué pacientes son los que tienen un mayor número de posibilidades de padecer Covid prolongado.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Zúrich ha desarrollado un estudio prospectivo multicéntrico que ha monitorizado durante un año a 175 pacientes con Covid-19, y un grupo de control de 40 pacientes sanos. Más de la mitad de los individuos pertenecientes al grupo afectado por infección por SARS-CoV-2 informaron de síntomas prolongados asociados a la enfermedad pasado un mes desde la superación de la misma.
Los investigadores han descubierto que aquellos en los que la infección se mantuvo activa durante un periodo de tiempo mayor reportaban niveles más bajos de anticuerpos IgM e IgG3, que aquellos que se recuperaron rápidamente.
Los responsables del estudio combinaron datos sobre las concentraciones de inmunoglobulina con la edad de los pacientes, asma y cinco síntomas asociados con la infección primaria que pudiesen predecir el riesgo de desarrollar Covid prolongado. Las puntuaciones obtenidas fueron validadas con un grupo independiente compuesto por 395 personas también infectadas por el SARS-CoV-2.
Los investigadores han descubierto que aquellos en los que la infección se mantuvo activa durante un periodo de tiempo mayor reportaban niveles más bajos de anticuerpos IgM e IgG3, que aquellos que se recuperaron rápidamente
A pesar de que los autores del trabajo señalan que todavía se necesita más investigación, han anunciado que pronto podrían disponer de un sistema de puntuación o escala que permita calcular el riesgo de una persona de desarrollar Covid prolongado. Una herramienta de gran utilidad en los entornos hospitalarios en los que se identifique de forma temprana la infección y pueda anticiparse el riesgo de padecer la afección posterior a la Covid-19. Los autores apuntan incluso a que será de gran utilidad a la hora de permitir tratamientos preventivos.
La principal limitación que encontramos en esta investigación es que se ha desarrollado entre abril de 2020 y agosto de 2021, periodo en el que la variante dominante no era la actual, Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica). Cabe señalar que no se ha tenido en cuenta el estado de vacunación de los participantes.
“Con los casos de Covid-19 aún disparados, más personas corren el riesgo de desarrollar síntomas persistentes, necesitamos urgentemente ampliar la investigación sobre cómo evitar que esto suceda. Herramientas como este modelo predictivo podrían emplearse para identificar a las personas con mayor riesgo”, expone en British Medicine JournalClaire Stevens, profesora del King’s College de Londres.
“Estos datos coinciden con la creciente evidencia de que el Covid prolongado es, al menos en parte, mediado por el sistema inmunológico”
“Esta investigación tiene tres explicaciones. Primero, la firma de inmunoglobulina apunta más claramente hacia el mecanismo de la enfermedad, aunque se necesita replicar los resultados en diferentes cohortes más grandes. En segundo lugar, la investigación plantea la posibilidad de poder predecir el riesgo de Covid prolongado en individuos después de la infección inicial. En tercer lugar, se requiere más investigación para comprender si pueden utilizarse perfiles de factores de riesgo similares para predecir el pronóstico o la velocidad de recuperación”.
IMPORTANTE PAPEL DE LA VACUNACIÓN
La referida cabecera complementa los resultados de este estudio con una investigación realizada por la Oficina de Estadísticas Nacionales de Reino Unido que concluye que la vacunación, podría reducir el riesgo de Covid prolongado. El estudio analizó los casos de 6.180 personas que, tras recibir dos dosis de la vacuna al menos dos semanas antes de la infección por SARS-CoV-2, se asoció con una disminución del 41% de padecer síntomas persistentes de la enfermedad, en compasión con las personas no vacunadas.
El 9,5% de los participantes del estudio con pauta completa de vacunación (dos dosis) y el 14,6% de los participantes no vacunados reportaron síntomas prolongados de la enfermedad con diferentes grados de gravedad. El 5,5 y el 8,7% respectivamente experimentaron síntomas persistentes de la enfermedad graves que limitaron su actividad cotidiana.
Sobre este estudio cabe señalar que se basó en datos recopilados hasta el pasado 30 de noviembre de 2021 por lo que se necesita efectuar un seguimiento mayor para analizar el papel de las dosis de refuerzo en un contexto de dominancia de Ómicron.
“Estos datos coinciden con la creciente evidencia de que el Covid prolongado es, al menos en parte, mediado por el sistema inmunológico”, expone David Strain, profesor clínico principal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter. El experto concluye que la producción de inmunoglobulina se estimula con la vacunación por lo que era de esperar que la evidencia sobre cómo las vacunas están reduciendo el riesgo de Covid prolongado, se confirmase.