El aumento del número de casos por coronavirus en nuestro país está provocando un auténtico desabastecimiento de mascarillas.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que solo el uso de mascarillas no garantiza que no se contraigan infecciones, sino que hay que adoptar otras medidas preventivas: lavarse las manos con frecuencia, seguir medidas de higiene respiratoria y evitar tocarse la nariz, ojos y boca.
En el caso de los profesionales sanitarios, el uso de guantes cobra gran protagonismo, ya que estos evitan posibles contagios.
Pueden estar fabricados de distintos materiales (látex natural, vinilo, nitrilo y neopreno); no obstante, como explican desde el Hospital de Donostia, cada uno actúa de barrera frente a un tipo de contaminante, por lo que se debe utilizar el adecuado para cada situación.
Así, los estériles (látex y neopreno) están indicados para mantener la asepsia cuando se rompen las barreras naturales y en procedimientos invasivos y otras técnicas asépticas.
Los guantes pueden estar fabricados de distintos materiales: látex natural, vinilo, nitrilo y neopreno
Por otro lado, los no estériles (látex, vinilo y nitrilo) se usan para evitar contacto físico con secreciones, fluidos, piel, mucosas y materiales sucios o contaminados en maniobras y procedimientos de riesgo.
En este sentido, para su uso correcto, desde el Hospital de Donostia recomiendan seguir unas normas generales. Por un lado, la talla debe ser la correcta, ya que el uso de unos guantes demasiado estrechos puede, por ejemplo, mermar sus propiedades aislantes o dificultar la circulación.
También hay que lavarse las manos antes y después de usarlos; y proteger cualquier herida con un apósito impermeable antes de ponérselos.
A su vez, desde el Hospital de Donostia aconsejan no llevar relojes, pulseras o anillos ya que pueden romper los guantes.
En caso de rotura, deterioro o contacto directo con el contaminante, se recomienda cambiar de guantes.