Investigadores australianos y estadounidenses han encontrado en los genes de población del este de Asia una firma de una epidemia de coronavirus de 25.000 años de antigüedad, según publica la revista científica Current Biology.
El estudio tenía como objetivo encontrar si las antiguas epidemias de coronavirus habían producido una adaptación de los genes humanos a través de las proteínas que interactúan con los virus (VIP en sus siglas en inglés).
Hasta el momento se creía que el ser humano había entrado en contacto con los coronavirus el siglo pasado a través de los animales, concretamente del murciélago. Estos virus han sido los causantes de los últimos tres grandes brotes epidemiológico de síndrome respiratorio agudo: el SARS-CoV originado en 2002 en China, el MERS-CoV que mató a 850 personas en Oriente Medio en 2006, y el actual SARS-CoV-2. Así como de resfriados leves.
“Una antigua epidemia de coronavirus impulsó una respuesta adaptativa en los antepasados de los asiáticos orientales”
Los resultados de la investigación a través del genoma humano han mostrado “un fuerte enriquecimiento en las señales de barrido en CoV-VIP en múltiples poblaciones de Asia Oriental, que está ausente en otras poblaciones”. Lo que, como señalan los investigadores, sugiere que “una antigua epidemia de coronavirus (u otro virus que usa VIP similares) impulsó una respuesta adaptativa en los antepasados de los asiáticos orientales”.
De hecho esta epidemia se produjo hace 900 generaciones, es decir, 25.000 años, según muestra la adaptación de 42 CoV-VIP. Unas mutaciones que además “están situadas cerca de las variantes reguladoras activas en los pulmones y otros tejidos afectados por Covid-19”, indican en el estudio.
En la investigación han participado Yassine Souilmi, Ray Tobler, Christian D. Huber y Angad S. Johar de la Universidad de Adelaida, Australia; M. Elise Lauterbur y David Enard de la Universidad de Arizona, Estados Unidos; Shayli Varasteh Moradi, Wayne A. Johnston y Kirill Alexandrov del de la Universidad de Queensland, Australia; y Nevan J. Krogan, del grupo de estudio sobre Covid-19 de la Universidad de California, Estados Unidos.