El Grupo Mediforum ha celebrado este martes el primer taller de su ciclo interactivo para analizar las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 y dar respuesta a las cuestiones que se plantean.
La primera cita, que ha contado con el apoyo de GSK, ha recibido el nombre de 'Nuevas estrategias terapéuticas contra la COVID-19'. El acto ha sido moderado por Juan Blanco, CEO de la empresa editora, y ha contado con la participación de Ramón Lorenzo, profesor de la Universidad de Northwestern en Chicago (Estados Unidos), y Arturo López, VP Iberia & Israel Country Medical Director de GSK. El catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Antonio López Farré, ha participado en la reunión calidad de invitado.
"Desde que comenzó la pandemia se observó que había gente sintomática y asintomática, por lo que empezó a pensarse que había había un componente genético que tenía su impacto no solo en la infección de los individuos, sino en la propia progresión de la enfermedad"
Tal y como ha expresado el profesor López Farré, la genética está jugando un papel crucial en el estudio del SARS-CoV-2 y del impacto de la COVID-19 en las personas. "Desde que comenzó la pandemia se observó que había gente sintomática y asintomática, por lo que empezó a pensarse que había había un componente genético que tenía su impacto no solo en la infección de los individuos, sino en la propia progresión de la enfermedad", ha destacado.
En relación a la posibilidad de infección, ha continuado, "se ha apreciado como existen algunas alteraciones genéticas en razas que les hacen más o menos susceptibles". "Algunos asiáticos, como los chinos, son más resistentes", ha declarado el catedrático.
Respecto a la progresión de la enfermedad, ha añadido López Farré, "no existen tantas evidencias". "Se han empezado a hacer estudios de genoma completo y se han identificado genes que tienen que ver con la respuesta inflamatoria, como sucede con los receptores del interferón, o el caso de algunas personas que tienen la capacidad de liberar la tormenta de citoquinas, lo que genera una peor progresión de la enfermedad", ha explicado durante su intervención.
En el tiempo para el debate entre los ponentes, se discutió si el uso de la vitamina D mejora el pronóstico en pacientes positivos al SARS-CoV-2. "Es un tema muy controvertido, no solo para este virus, sino para todos los virus", ha advertido López Farré. En este sentido, ha expresado que "en el caso de las vacunas de la gripe, la vitamina D hace que sean menos efectivas" y aporta su visión: "Yo no creo que la solución pase por aquí".
En la misma línea se muestra Ramón Lorenzo: "En Estados Unidos hay un estudio con 240 pacientes donde no se ve un cambio en la estancia hospitalaria". "Habrá que ver si se desarrollan estudios más grandes pero, a día de hoy, la vitamina D ni se recomienda ni no se recomienda", ha precisado.