El lehendakari del País Vasco, Iñigo Urkullu, ha visitado este lunes el Hospital de Cruces de Baracaldo (Vizcaya), el centro sanitario con mayor número de pacientes contagiados por el coronavirus. Para sorpresa del máximo responsable del Gobierno vasco, algunos de los profesionales le han recibido entre abucheos, al grito de “fuera, fuera” y “menos imagen, más calidad”
Acompañado de la titular de la Consejería de Salud, Nekane Murga; y del director general de Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, Juan Luis Diego, Urkullu se ha encontrado con un ambiente hostil a su llegada. Y es que los trabajadores de Cruces han exigido al presidente del Ejecutivo autonómico “más refuerzos y más plantilla” para hacer frente a la crisis sanitaria generada por la pandemia de SARS-CoV-2.
Es preciso recordar que este centro hospitalario ha sido uno de los más castigados durante las semanas más duras del brote en la comunidad autónoma, con un pico máximo de 270 ingresados en planta y hasta 75 personas en la unidad de cuidados intensivos (UCI). De este modo, la plantilla ha querido transmitir su malestar por la escasez de equipos de protección individual (EPI).
Desde la Administración autonómica precisaron que Urkullu se había desplazado hasta la localidad vizcaína para conocer en detalle algunas de las zonas reconvertidas para la atención de pacientes COVID-19 y saludar a los trabajadores de los servicios implicados.