La pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ha situado a la sanidad privada española a la cola europea en materia de colaboración sanitaria público-privada en la lucha contra la Covid-19. Países como Francia han acordado con la sanidad privada dar prioridad absoluta a la lucha contra el virus mediante el establecimiento de mecanismos de acción inmediata y una regulación que permite atender mejor a los pacientes y compensar las consecuencias económicas a los hospitales.
Francia ha apoyado económicamente a todos los establecimientos de salud del sector tanto público como privado. El día 10 de cada mes, el seguro social ingresaba a las empresas privadas de salud un porcentaje de lo facturado en el mismo periodo del año anterior.
Además, Francia abona una tarifa adicional por cada paciente hospitalizado con Covid-19. Este sistema de pagos sobre los ingresos del año anterior también se aplica a los salarios de los médicos privados. Además, de cara a una eventual segunda ola de la pandemia, el objetivo es contar con toda la fuerza laboral con apoyo financiero público.
El día 10 de cada mes, el seguro social ingresaba a las empresas privadas de salud un porcentaje de lo facturado en el mismo periodo del año anterior
Las medidas gubernamental se han asentado sobre una serie de pilares:
- Detener todas las actividades programadas para mantener la accesibilidad de los pacientes con Covid-19.
- Poner en marcha UCIs con capacidad para atender situaciones severas.
- Gestionar la colaboración entre el sector público y privado. Al inicio de la pandemia las universidades y los grandes hospitales públicos estaban más involucrados pero debido a la gravedad de la crisis sanitaria, todos los proveedores fueron reclutados. Un ejemplo de esto lo encontramos en la región de Ile de France donde el 23% de todos los pacientes graves con Covid-19 fueron atendidos en UCIs de centros privados.
- Atendiendo al desarrollo de la situación epidemiológica, todos los actores sanitarios tenían que estar preparados para afrontar una situación de emergencia. La mayoría de los hospitales privados estuvieron vacíos pero listos para atender en cualquier momento a los pacientes que fuera necesario.
Con estas medidas, el sector privado está protegido sobre la misma base que el sector público.